Sevilla cerró la Feria de Abril 2025 y se prepara para el Jubileo en Roma con El Cachorro

La edición de 2025 ha estado marcada por un contexto singular, en el que los acontecimientos religiosos y deportivos se entrelazaron con la alegría popular

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Fuegos rosados de artificio estallando en el cielo de Sevilla, abajo el río Guadalquivir y la Torre del Oro.
Los fuegos artificiales cerraron la Feria de Sevilla.

La Feria de Abril 2025 llegó este domingo a su fin envuelta en un estallido de luz, color y emoción. Como marca la tradición, la ciudad dijo adiós a su semana grande con un espectáculo de fuegos artificiales que tiñó el cielo nocturno de Sevilla con más de 350 kilos de pólvora. Durante 914 segundos —casi 15 minutos y medio—, un total de 5.632 disparos pirotécnicos iluminaron la noche desde los bajos del puente de Los Remedios, junto a la dársena del río Guadalquivir, a escasos metros del recinto ferial.

Bajo el sugerente nombre de Magia visual, el espectáculo congregó a miles de sevillanos y visitantes, que se repartieron por toda la ciudad para obtener una buena panorámica. Desde las azoteas del centro hasta los miradores naturales de Triana y Los Remedios, fueron muchos los que buscaron altura para disfrutar del último gran acto de esta edición. La imagen más simbólica fue la de la Giralda en primer plano, recortada contra los destellos de la pólvora, una postal que resume la fusión entre tradición y espectáculo que define a la Feria.

Una edición más breve, pero no menos intensa

La Feria de este año recuperó el formato más corto que en su momento fue objeto de debate, con el encendido del alumbrado el pasado lunes. La reducción de jornadas no impidió que el Real se llenara en los primeros días, aunque los últimos, especialmente durante las horas centrales, presentaron un aspecto más deslucido. Aun así, la sensación general ha sido positiva, gracias en buena parte a una meteorología benigna que favoreció el ambiente.

Durante toda la semana, Sevilla ha disfrutado de un tiempo inusualmente amable para esta época. Cielos entre nubes y claros, y temperaturas que no superaron los 25 grados, ofrecieron un respiro a los feriantes. La lluvia, temida en cualquier edición, no apareció en ningún momento, lo que permitió mantener la programación sin contratiempos y disfrutar de las casetas incluso en las horas de más calor.

Una Feria con la vista en Roma

La edición de 2025 ha estado marcada por un contexto singular, en el que los acontecimientos religiosos y deportivos se entrelazaron con la alegría popular. En pleno ecuador de la Feria, el jueves de farolillos, se conocía la elección del nuevo Papa, León XIV, tras un cónclave que mantenía en vilo al mundo católico. La noticia fue acogida con entusiasmo en Sevilla, ciudad de profundas raíces religiosas, y pronto comenzaron los preparativos para otro acontecimiento de alcance mundial: la gran procesión del Jubileo de las Cofradías en Roma, que se celebrará el próximo sábado.

Con ese horizonte, dos de las imágenes más veneradas del sur de España —el Cristo del Cachorro, de Sevilla, y la Virgen de la Esperanza, de Málaga— ya han partido hacia el Vaticano para presidir ese evento que promete ser histórico. La despedida de ambas imágenes ha coincidido con el final de la Feria, reforzando la sensación de transición entre lo festivo y lo espiritual.

El Betis también fue protagonista

A todo esto se sumó otra alegría para la ciudad: el Real Betis Balompié, en una noche para el recuerdo, selló su pase a la final de la UEFA Conference League, su primera final continental. La euforia verdiblanca se dejó sentir en el Real, donde no fueron pocos los que celebraron hasta altas horas de la madrugada la gesta deportiva, brindando con rebujito en casetas adornadas con banderas del club.

Clásicos que no faltaron

Mientras tanto, los más pequeños disfrutaron hasta el último momento de los tradicionales cacharritos. En la mañana del domingo, familias enteras apuraban las últimas horas en el recinto, con atracciones que mantenían su precio habitual: seis euros el viaje. Las colas en los puestos de churros, algodón de azúcar y turrón eran una muestra más de que, aunque se despida, la Feria deja siempre un regusto dulce.

Balance municipal

Está previsto que el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ofrezca este lunes el balance oficial de la Feria. A falta de conocer las cifras concretas de afluencia y consumo, desde el Ayuntamiento se valora positivamente esta edición, en la que “por encima de todo, ha imperado la alegría”, en palabras del propio alcalde durante su visita institucional el viernes. No obstante, Sanz ya ha adelantado que se abrirá un nuevo proceso de diálogo para estudiar posibles ajustes de cara a futuras ediciones, especialmente en lo referente a la duración y el modelo de acceso al Real.

Con el eco de los fuegos aún resonando en el cielo sevillano y las casetas ya cerradas, la ciudad se despide de una Feria que, sin ser la más larga ni la más multitudinaria, ha dejado momentos para la historia. Sevilla ya se prepara para su próximo capítulo, con la mirada puesta en Roma y el Jubileo con la presencia de El Cachorro por las calles de la otra ciudad eterna.