Salud asume la atención de mas de 60 pacientes sin apoyo tras recibir el alta hospitalaria

El problema de las estancias sociales no es exclusivo de Andalucía ni responde a una única causa

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Enfermero en un hospital.
Hay problemas con el escaso número de enfermeras y enfermeros en Andalucía.

Los hospitales de Sevilla han atendido durante el último año a 67 pacientes que, pese a haber superado la fase aguda de su enfermedad y recibir el alta médica, continúan ocupando una cama hospitalaria debido a su incapacidad para valerse por sí mismos y la ausencia de familiares que se hagan cargo de ellos. Esta situación, conocida como «estancias sociales», afecta a numerosos centros del Servicio Andaluz de Salud (SAS) y se ha convertido en un problema persistente en el sistema sanitario.

Un problema enquistado

El fenómeno de las estancias sociales no es nuevo y afecta a todo el sistema sanitario público andaluz. Según datos de la Consejería de Salud y Consumo, en 2024 se registraron alrededor de 600 casos en toda la comunidad. En Sevilla, la mayoría de los afectados son hombres (67%), con una edad media de 68,7 años. Más de la mitad de estos pacientes tienen entre 50 y 79 años, aunque también se han documentado casos en menores de 40 y mayores de 90.

El proceso suele repetirse con frecuencia. Un paciente, generalmente de edad avanzada, ingresa en Urgencias debido a una afección aguda como un ictus, insuficiencia cardíaca, neumonía o un problema traumatológico. Durante su estancia hospitalaria, el personal sanitario detecta la escasez o ausencia de visitas familiares. Cuando recibe el alta, nadie acude a recogerlo, confirmándose su situación de abandono.

Un reto médico y social

«Se trata de un fenómeno histórico», explica Susana Rodríguez Gómez, subdirectora de Cuidados y Atención Sociosanitaria de la Consejería de Salud y Consumo. «El problema no es médico, sino social. Una vez el paciente recibe el alta, deja de ser responsabilidad del hospital, pero si no tiene una red de apoyo, el sistema sanitario debe intervenir».

Estos pacientes incluyen ancianos dependientes, personas sin hogar, inmigrantes sin recursos y enfermos que necesitan acogida. En Sevilla, muchos de ellos carecen de vivienda y viven en soledad. Para afrontar esta problemática, los hospitales recurren a soluciones temporales. En el Hospital de Valme, por ejemplo, se deriva a los pacientes al Hospital El Tomillar; en el Virgen Macarena, al Hospital de San Lázaro; y en el Virgen del Rocío, a algunas camas del San Juan de Dios.

«No hay un protocolo formal, pero tratamos de ofrecer una solución para que estos pacientes permanezcan ingresados hasta que puedan valerse por sí mismos», apunta Rodríguez Gómez. No obstante, admite que no es una medida eficiente: «El uso prolongado de camas hospitalarias encarece los costes y desvirtúa el objetivo de los centros sanitarios».

Búsqueda de soluciones

Desde 2020, la Consejería de Salud ha realizado encuestas para analizar la situación de estos pacientes. La última, llevada a cabo entre diciembre de 2024 y febrero de 2025, busca mejorar la gestión de recursos y plantear soluciones más adecuadas.

Una de las iniciativas en fase de prueba en Andalucía es el uso de camas de rehabilitación en residencias públicas de mayores. El objetivo es trasladar a aquellos pacientes con posibilidad de recuperación en un periodo de dos o tres meses, especialmente aquellos con problemas traumatológicos. Hasta el momento, se han habilitado 60 camas en toda la comunidad, con resultados prometedores.

El problema de las estancias sociales no es exclusivo de Andalucía ni responde a una única causa. Factores como el envejecimiento de la población, la reducción de la estructura familiar tradicional y el elevado coste de las residencias han contribuido a esta situación. La pensión media ronda los 800 euros mensuales, mientras que una plaza en una residencia puede superar los 1.200, un desfase que muchas familias no pueden asumir. En algunos casos, prolongar la estancia hospitalaria se convierte en una estrategia de supervivencia, lo que tensiona aún más el sistema sanitario.