El crimen de San Jerónimo pudo deberse a la mala convivencia vecinal pues se dieron, en el pasado, circunstancias de acoso, insultos y amenazas. A tal punto que la familia de la víctima se mudó a una zona nueva del barrio.
Mala convivencia vecinal
Tras cambiar de domicilio el presunto autor del homicidio y la víctima en encontraron y acabaron enzarzados en una pelea a puñaladas en la que murió Jesús G. M., de 48 años, que se le conocía como «Pepuli», con antecedentes por delitos y robos con arma blanca.
La Policía Nacional detuvo al presunto autor del crimen, se trata de un joven de 28 años sin antecedentes al igual que a un familiar de éste por su participación en los hechos está investigando el Grupo de Homicidios.
Está previsto que pasen hoy a disposición judicial mientras que la tensión crece en el barrio pues el hermano de la víctima está amenazando a los familiares de los detenidos, que se han marchado de San Jerónimo.
Amenazas y agresiones
El presunto autor del homicidio fue detenido en su nueva casa y admitió los hechos entregando el arma. Habían sido vecinos del mismo bloque de la calle Esturión. El enfrentamiento entre ambos era continuo por los ruidos que generaban, con agravante de ser toxicómanos.
«Se metían con él, lo insultaban, a veces también se metían con la hermana, que es una niña. Le decían que por qué se tenían que ir ellos de su casa, si no habían hecho nada» indica una fuente cercana.
El pasado 24 de febrero se trasladaron al nuevo piso: «Tenían que entrar el día 1, pero hablaron con la propietaria para que les dejara instalarse antes. Hay gente que dice que llevaba allí desde las ocho de la mañana, que se había tomado un café y una tostada en un bar y los estaba esperando».