Tras una meticulosa intervención, la Catedral de Sevilla ha recuperado el esplendor original de una de sus joyas artísticas. Los trabajos de limpieza y restauración, centrados en la estatuaria del trasaltar mayor, han concluido satisfactoriamente, devolviendo a la vida a un conjunto escultórico de inestimable valor histórico y artístico.
Veinticinco esculturas, las tracerías góticas isabelinas y las cresterías de remate han sido objeto de una minuciosa intervención llevada a cabo por la empresa Sur Restauración y Rehabilitación, bajo la supervisión del Cabildo Catedralicio. El objetivo principal de esta restauración ha sido garantizar la conservación a largo plazo de estas obras maestras, sometidas al desgaste natural del tiempo y a los efectos de la contaminación.
La suciedad acumulada a lo largo de los siglos ha sido cuidadosamente eliminada, permitiendo apreciar con mayor claridad los detalles y la riqueza expresiva de cada una de las figuras. Además, se han consolidado las piezas más frágiles, sellando grietas y fisuras para evitar su deterioro. Los elementos metálicos que sujetan las esculturas al muro también han sido protegidos, asegurando así su estabilidad.
Este conjunto escultórico, que cierra el Altar Mayor frente a la Capilla Real, es una verdadera obra de arte colectiva. Realizado por diversos artistas a lo largo de los siglos XV y XVI, el retablo presenta una rica variedad de estilos artísticos, desde el gótico hasta el manierismo. Las figuras de reyes, obispos y santos, representadas con gran realismo y expresividad, conforman un conjunto de gran belleza y valor simbólico.
Gracias a esta intervención, la Catedral de Sevilla continúa siendo un referente del patrimonio artístico universal. La restauración del trasaltar mayor es un claro ejemplo del compromiso de la institución con la conservación y puesta en valor de su rico legado histórico.
Con esta restauración, la Catedral de Sevilla invita a todos los visitantes a contemplar una obra de arte única, que nos transporta a un pasado lleno de historia y belleza.
Joya renacentista del Templo Metropolitano
La joya renacentista de la Catedral de Sevilla, la Virgen del Reposo, ha recuperado su esplendor original tras una minuciosa restauración. Esta emblemática obra de Miguel Perrin, realizada en barro cocido policromado, ha sido objeto de una intervención conservativa que ha permitido revertir el paso del tiempo y las agresiones sufridas a lo largo de los siglos.
Con motivo de la exposición «El Arte del Renacimiento en Sevilla», celebrada entre diciembre de 2022 y marzo de 2023, la Virgen del Reposo fue trasladada al Museo de Bellas Artes para someterse a un exhaustivo proceso de restauración. Los expertos del museo trabajaron de forma meticulosa para consolidar la pieza y garantizar su preservación para las futuras generaciones.
Una de las principales intervenciones consistió en la construcción de un soporte reversible, diseñado a medida para adaptarse a las características de la escultura y asegurar su correcta sujeción. Este soporte ha permitido estabilizar la pieza y prevenir futuros deterioros. Además, se llevaron a cabo tratamientos para detener la progresión de los daños existentes y consolidar las zonas más frágiles.
La limpieza de la superficie de la escultura reveló una sorprendente riqueza cromática oculta bajo capas de suciedad y cal. Los dorados y policromías originales, especialmente en la zona central alrededor de la Virgen, han sido cuidadosamente limpiados y fijados, resaltando la belleza y el detalle de la obra.
Gracias a esta intervención, la Virgen del Reposo luce ahora con un aspecto renovado, recuperando su esplendor original y permitiendo a los visitantes apreciar plenamente la maestría de Miguel Perrin. Esta restauración es un ejemplo del compromiso de la Catedral de Sevilla con la conservación de su patrimonio artístico y cultural.
La Virgen del Reposo, como pieza central del trasaltar mayor, se erige ahora como un testimonio del arte renacentista sevillano y un referente para futuras generaciones. Su restauración es un hito en la historia de la Catedral y un motivo de orgullo para todos los sevillanos.