Panel amarillo y negro que indican las obras del metro en Sevilla.
Panel de obras y cortes por el metro de Sevilla.

Quejas en los comercios de la Macarena por pérdidas de ingresos debido a las obras del Metro

Las obras, según el cronograma oficial, se alargarán por un espacio de 46 meses

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Las obras del tramo norte de la línea 3 del Metro de Sevilla, que está en fase preliminar, ya están afectando seriamente a decenas de negocios en el entorno del hospital Virgen Macarena. Los comerciantes han alertado de una caída de ingresos de entre un 20% y un 30%, y temen no aguantar los casi cuatro años que durarán los trabajos.

Desde que comenzaron oficialmente el pasado 20 de junio, las obras del Metro de Sevilla entre Doctor Fedriani y San Juan de Ribera han traído muchos dolores de cabeza que esperanza a los pequeños comerciantes del barrio.

Aunque lo que se está ejecutando ahora son apenas los trabajos preliminares —con los oportunos desvíos de servicios, canalizaciones y colocación de vallas—, ya se están notando pérdidas económicas  que resultan significativas.

“Las ventas se nos han desplomado un 25% este mes en comparación con agosto del año pasado”, lamenta Marta Campos, propietaria de una tienda. “Han eliminado las paradas de autobús y el aparcamiento. Mis clientes de otros barrios ya no vienen. Me dicen: ‘No sabemos cómo llegar’”.

La futura estación del Metro del Hospital Virgen Macarena será la más compleja y profunda de toda la línea 3. Tendrá tres niveles y funcionará igualmente como intercambiador con la proyectada línea 4. Para ello, será necesario abrir grandes zanjas y trabajar bajo el actual aparcamiento subterráneo del hospital. Las obras, según el cronograma oficial, se alargarán por un espacio de 46 meses.

Un presente complicado y un futuro aún más incierto en la Macarena

A pesar de que las labores más invasivas aún no han comenzado, los negocios ya sufren severas consecuencias del cierre parcial de las avenidas y de las vallas opacas que dificultan la visibilidad y el acceso a los locales.

Ramiro Díaz, que regenta una tienda desde hace 18 años ha visto caer su facturación un 30%. “Esto solo acaba de empezar. En octubre cortan totalmente la avenida. ¿Qué va a ser de nosotros entonces?”, se pregunta con preocupación.

Muchos comerciantes, como Lucía Romero, dueña de otro establecimiento, critican la falta de planificación y comunicación por parte de las administraciones. “Nos prometieron bolsas de aparcamiento alternativas con lanzaderas. No hay ninguna operativa todavía. Mis proveedores no saben dónde parar a descargar”.

El Hospital Macarena, uno de los centros sanitarios más transitados de Andalucía, ha visto reducido su acceso a un único carril. Esto provoca colas son constantes a lo largo del día, y los taxistas, repartidores y pacientes padecen un caos diario.

Sergio Aguilar, camarero en una cafetería asegura que los turnos de tarde están siendo especialmente duros. “Antes teníamos el local lleno con los acompañantes de los pacientes. Ahora no llega nadie. No pueden aparcar y las paradas de bus están a más de 15 minutos andando”.

Mientras tanto, la plataforma ciudadana ¡El Metro Así No! continúa recogiendo quejas y promoviendo reuniones con representantes políticos. Planean ir al Parlamento en septiembre para exigir ayudas económicas “reales y dignas”, ya que las actuales subvenciones anunciadas por el Ayuntamiento —que oscilan entre 400 y 500 euros por negocio— “no cubren ni la luz de un mes”.

El sentimiento general entre los comerciantes es de incertidumbre , de cansancio y mucho agotamiento. Muchos temen tener que cerrar antes de que acaben las obras.

Isabel Núñez, que dirige una peluquería con dos empleadas a su cargo, ya está pensando en reducir horarios. “Me he venido varias veces en bicicleta desde Sevilla Este. Mis clientas de Camas o La Algaba me dicen que no pueden llegar. Y esto va para largo... Si en esta fase ya se está notando así, ¿qué pasará cuando abran las zanjas de verdad?”

La situación de la Macarena se convierte así en un aviso de lo que podría ocurrir en otros tramos del ambicioso proyecto del Metro sevillano. Si no se ponen urgentemente medidas de mitigación eficaces, el coste de esta infraestructura puede pagarse —literalmente— con el cierre de decenas de pequeños negocios y pérdida de puestos de trabajo.