Tras meses de debate y polémica, el centenario ficus de San Jacinto ha recibido un respiro. En una sesión plenaria marcada por la tensión, el Ayuntamiento de Sevilla ha aprobado una moción que garantiza la supervivencia del icónico árbol, al menos temporalmente. La propuesta, impulsada por Con Podemos-IU y respaldada por el PSOE, ha conseguido frenar los planes de tala que habían sido propuestos por el Servicio Municipal de Parques y Jardines.
El informe municipal, emitido tras el fallido intento de poda del 2022, había concluido que el ficus se encontraba en un estado de «colapso final» y recomendaba su eliminación y sustitución por un nuevo ejemplar. Sin embargo, un estudio alternativo, presentado por el grupo proponente, apuntaba a que el árbol aún conservaba un 5% de vitalidad, lo que abría la puerta a su recuperación.
La votación ha puesto de manifiesto las profundas divisiones existentes en el pleno municipal. Mientras que la coalición de izquierdas y el PSOE han defendido la necesidad de preservar este patrimonio natural y cultural de la ciudad, Vox y el PP han mostrado una mayor cautela, argumentando que la decisión debería basarse exclusivamente en criterios técnicos.
La portavoz de Con Podemos-IU, Susana Hornillo, ha celebrado la aprobación de la moción y ha agradecido a las asociaciones ciudadanas y ecologistas que han luchado incansablemente por salvar el ficus. Hornillo ha destacado la importancia de dar una «segunda oportunidad» al árbol y ha subrayado el valor simbólico que representa para los sevillanos.
Por su parte, el concejal de Vox, Fernando Rodríguez Galisteo, ha justificado la abstención de su grupo alegando la existencia de informes contradictorios sobre el estado de salud del ficus. Galisteo ha defendido la necesidad de dejar que sean los técnicos quienes tomen la decisión final, sin injerencias políticas.
La aprobación de esta moratoria abre un nuevo capítulo en la historia del ficus de San Jacinto. Los próximos meses serán cruciales para determinar si el árbol logra recuperarse y continuar siendo un referente para los sevillanos. Las asociaciones ecologistas vigilanrán para garantizar que se adoptan todas las medidas necesarias para preservar este valioso patrimonio natural.
Opinión del experto
El catedrático Manuel Enrique Figueroa, una de las voces más autorizadas en la materia, ha defendido enérgicamente la necesidad de otorgarle al ficus una nueva oportunidad. En su opinión, los árboles poseen una asombrosa capacidad de regeneración y, por tanto, sería prematuro descartar cualquier posibilidad de recuperación. Figueroa ha propuesto que se conceda al ejemplar un plazo mínimo de hasta junio de 2025 para demostrar su resiliencia.
Por su parte, la plataforma ciudadana en defensa del ficus ha reiterado su petición de un informe científico independiente que evalúe de forma objetiva el estado de salud del árbol y las posibilidades de salvarlo. Los activistas consideran que la tala definitiva debería ser la última opción y que, en cambio, se deberían explorar todas las alternativas posibles para garantizar la supervivencia del ficus.
Ante estas presiones, la concejala de Parques y Jardines, Evelia Rincón, ha asegurado que el Ayuntamiento no tiene ninguna prisa por proceder a la tala del árbol. Rincón ha subrayado que, desde que asumió sus funciones, se han puesto en marcha diversas medidas para intentar recuperar el ficus, y ha recordado que fue la anterior administración, con el PSOE al frente, la que inició la polémica poda del árbol en agosto de 2022.
Sin embargo, las declaraciones de la concejala no han logrado disipar las dudas de los defensores del ficus. Muchos ciudadanos y expertos consideran que las medidas adoptadas hasta ahora han sido insuficientes y que se necesita un plan de recuperación más ambicioso y coordinado.