Preocupación por las ratas y cucarachas en los colegios sevillanos

Es evidente que se necesitan medidas más contundentes y a largo plazo para erradicar esta plaga y evitar que se repita en el futuro

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Rata y cucaracha.
Plaga de ratas y cucarachas en algunos colegios sevillanos.

La plaga de ratas en los colegios de Sevilla ha vuelto a encender las alarmas. Tras las denuncias de varios centros educativos el curso pasado, que fueron inicialmente desestimadas por el Ayuntamiento, el equipo de gobierno de José Luis Sanz se ha visto obligado a reconocer la gravedad del problema y a anunciar un plan de desratización en las escuelas públicas. Esta medida, sin embargo, llega tarde y ha generado un amplio rechazo social, con el PSOE acusando al alcalde de actuar con «desidia» y «falta de previsión».

El caso más emblemático fue el del CEIP Borbolla, donde un alumno sufrió el ataque de una rata dentro de las instalaciones del colegio. A pesar de que la dirección del centro confirmó el incidente, el alcalde lo negó públicamente, minimizando la gravedad del problema y anunciando una campaña de mejoras generales en las infraestructuras escolares.

La reciente decisión de poner en marcha un plan de control sanitario en 58 colegios, a pocos días de comenzar el nuevo curso escolar, ha sido interpretada por muchos como una medida desesperada y poco efectiva. Padres, profesores y vecinos se preguntan cómo es posible que el Ayuntamiento haya tardado tanto en tomar medidas contundentes ante un problema que se ha ido agravando con el paso del tiempo.

La aparición de ratas en los colegios no solo supone un riesgo para la salud de los alumnos y profesores, sino que también genera una gran alarma social y pone en entredicho la gestión del equipo de gobierno. Los expertos advierten que la proliferación de estos roedores suele ser síntoma de problemas más profundos, como deficiencias en el mantenimiento de las instalaciones o la falta de limpieza en las zonas comunes.

Es fundamental que las autoridades municipales aborden el problema de raíz y no se limiten a aplicar soluciones parcheadas. Se necesitan medidas estructurales y a largo plazo para garantizar la salubridad de los centros educativos y la seguridad de todos sus usuarios.

Situación preocupante

La proliferación de ratas en los colegios sevillanos ha destapado una vez más la incapacidad del equipo de gobierno de José Luis Sanz para gestionar adecuadamente los problemas de la ciudad. A pesar de que durante la campaña electoral de 2023 el PP hizo de la lucha contra las plagas de roedores una de sus principales banderas, la realidad ha demostrado que sus promesas eran meras palabras al viento.

El anuncio de un plan de desratización en 58 colegios, a raíz de las numerosas denuncias ciudadanas y de un incidente grave en el CEIP Borbolla, llega con un año de retraso y tras una serie de negaciones por parte del Ayuntamiento. La concejala de Espacio Público, Evelia Rincón, ha justificado la medida asegurando que se llevarán a cabo inspecciones, vigilancia y tratamientos en zonas donde se han detectado roedores, principalmente ratas y cucarachas. Sin embargo, las críticas no se han hecho esperar.

En las redes sociales, los ciudadanos han expresado su indignación ante esta situación, compartiendo vídeos y fotografías que evidencian la presencia masiva de ratas en diferentes puntos de la ciudad, incluso en zonas céntricas y en plena calle. El hashtag #SevillaInfestada se ha convertido en tendencia, y muchos sevillanos denuncian que hay «más ratas que niños» en algunos barrios.

El PSOE ha sido especialmente crítico con la gestión del Ayuntamiento, acusando a Sanz de actuar con «desidia» y de haber inventado excusas para justificar su inacción. La concejala socialista Encarnación Aguilera ha recordado que el alcalde llegó a afirmar que existían «súper ratas» inmunes a los venenos, una afirmación que ha sido ampliamente ridiculizada.

La presencia de ratas en los colegios, además de ser un problema sanitario, genera una gran alarma social y pone en entredicho la capacidad del Ayuntamiento para garantizar la seguridad y el bienestar de los ciudadanos. Es evidente que se necesitan medidas más contundentes y a largo plazo para erradicar esta plaga y evitar que se repita en el futuro.