El área de Nuevo Torneo, situada en el distrito Macarena, ha sido escenario de numerosos conflictos nocturnos, asociados en muchos casos a la actividad de bandas y grupos organizados que frecuentan sus discotecas. Este último episodio, ocurrido en las inmediaciones del local Coco Bongo, terminó con graves agresiones que podrían haber sido mortales. El principal acusado, Marco Antonio R.U., enfrenta cargos por tentativa de homicidio y lesiones agravadas, con una petición fiscal de ocho años de cárcel.
La pelea comenzó con una discusión dentro del local entre Marco Antonio y un ciudadano dominicano. Según el relato fiscal, el acusado sacó una navaja, obligando a la víctima a huir. Sin embargo, Marco Antonio, junto a su hijo y tres amigos, lo persiguió y lo atacó con múltiples cuchilladas. Poco después, un vecino de Dos Hermanas que se encontraba en el lugar para recoger a un conocido también fue agredido tras intentar proteger a su hijo adolescente del enfrentamiento.
La Audiencia Provincial de Sevilla ha iniciado este martes el juicio contra cinco ciudadanos colombianos acusados de participar en una violenta pelea junto a las discotecas de Nuevo Torneo, en la madrugada del 10 de diciembre de 2022. El incidente, que dejó a dos personas apuñaladas, ha reavivado la preocupación por la inseguridad en esta zona de ocio, marcada por la presencia de grupos violentos y constantes altercados.
Un escenario recurrente de violencia
El incidente se produjo en una de las discotecas de la calle Astronomía, recientemente intervenidas por la Policía Nacional en una operación que reveló numerosas irregularidades en materia de seguridad. Este entorno se ha convertido en un punto conflictivo de la noche sevillana, donde se concentran bandas que generan un clima de inseguridad constante.
Los forenses determinaron que las heridas del vecino de Dos Hermanas habrían sido mortales sin intervención médica. Por su parte, Marco Antonio ha admitido parte de su implicación en el ataque al dominicano, pero niega haber agredido al segundo hombre, alegando que solo asumirá «lo que hizo». Su declaración dejó entrever una espiral de violencia en la que las disputas personales escalan rápidamente debido al consumo de alcohol y la disponibilidad de armas.
Preocupación por las bandas y la seguridad
La Fiscalía también busca penas de prisión para los otros implicados, quienes evitaron declarar en el juicio o afirmaron no recordar lo sucedido por su estado de embriaguez. Uno de ellos reconoció haber consumido varias botellas de alcohol durante la noche de los hechos.
El caso evidencia la necesidad de un mayor control en las zonas de ocio nocturno de Sevilla, donde la actividad de bandas y grupos violentos sigue siendo un problema alarmante. A pesar de las operaciones policiales recientes, los sucesos de Nuevo Torneo destacan la fragilidad de las medidas de seguridad y el impacto de las redes delictivas en estos entornos.
