La coloración verdosa que se observa en algunos meteoritos al entrar en la atmósfera terrestre se debe a la excitación de átomos de magnesio presentes en su composición.
Al entrar en contacto con la atmósfera, el meteorito se frena a gran velocidad, lo que genera una gran cantidad de energía en forma de calor y luz. Esta energía excita los átomos de los elementos presentes en el meteorito, incluyendo el magnesio.
Cuando estos átomos excitados regresan a su estado normal, liberan la energía en forma de luz de un color específico, que en el caso del magnesio es el verde.
La intensidad y el tono del verde pueden variar dependiendo de la cantidad de magnesio presente en el meteorito y de la altitud a la que se produce la excitación.
Además del magnesio, otros elementos como el hierro, el sodio y el calcio también pueden producir colores en los meteoros, como el rojo, el naranja y el amarillo.
La composición de los meteoritos varía mucho, pero en general están formados por rocas y minerales. Los meteoritos más comunes son los condritas, que están compuestos por una mezcla de silicatos, metales y minerales.
Otros tipos de meteoritos menos comunes son los sideritos, que están compuestos principalmente por hierro y níquel, y los pedregosos, que son una mezcla de rocas y metales.
La composición del meteorito que se vio en España el 19 de mayo de 2024 aún no se ha determinado, pero es probable que sea una condrita rica en magnesio.
¿Puede haber algún peligro con un meteorito que entre en la atmósfera de la Tierra o un bólido?
La posibilidad de peligro que representa un meteorito o bólido que entra en la atmósfera terrestre depende de varios factores, como su tamaño, composición y velocidad.
Pequeños meteoros:
La mayoría de los meteoritos que entran en la atmósfera terrestre son pequeños, con un tamaño inferior a un grano de arena. Estos meteoros se queman completamente en la atmósfera y no representan ningún peligro para la Tierra.
Meteoritos más grandes:
Meteoritos más grandes, del tamaño de una pelota de tenis o un coche, pueden sobrevivir al paso por la atmósfera e impactar en la superficie terrestre.
El impacto de un meteorito de este tamaño puede causar daños localizados, como la destrucción de edificios o la creación de un cráter.
Sin embargo, la probabilidad de que un meteorito de este tamaño cause un daño significativo es muy baja.
Bólidos
Los bólidos son meteoroides mucho más grandes, con un tamaño que puede variar desde unos metros hasta varios kilómetros. El impacto de un bólido puede tener consecuencias devastadoras para la Tierra, causando daños a gran escala, tsunamis, terremotos e incluso cambios climáticos.
La probabilidad de que un bólido impacte en la Tierra es extremadamente baja, pero las consecuencias de tal evento serían catastróficas.
Medidas de protección
Existen organizaciones internacionales que se dedican a la vigilancia del cielo y al seguimiento de los objetos cercanos a la Tierra (NEO).
En caso de que se detecte un NEO con potencial de impactar en la Tierra, se podrían tomar medidas para desviarlo de su trayectoria, como el lanzamiento de misiles o naves espaciales.
