Paciente sentada en una camilla y médico examinando una mamografía.
Médico examinando una radiografía de cáncer de mama.

Polémica en Andalucía: el SAS pide a Amama información por las denuncias de retrasos en diagnósticos de cáncer de mama

Servicio Andaluz de Salud exige a Amama documentación sobre posibles fallos en el programa de detección del cáncer de mama

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La Dirección Gerencia del Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha solicitado formalmente a la Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama (Amama) que entregue toda la información y documentación de la que disponga sobre supuestas incidencias en el programa de detección precoz del cáncer de mama.

El requerimiento, remitido por escrito y firmado por la dirección del organismo, fija un plazo máximo de diez días hábiles para que la entidad facilite los datos, testimonios o pruebas relacionados con posibles fallos en el funcionamiento del sistema sanitario andaluz.

El SAS pide en concreto información sobre los casos de mujeres que, según la asociación, habrían sufrido retrasos en la realización de pruebas diagnósticas o fallos de comunicación tras recibir un hallazgo radiológico probablemente benigno.

Según el documento, al que ha tenido acceso Europa Press, la finalidad del requerimiento es “garantizar una revisión exhaustiva de cualquier posible caso no detectado por los circuitos oficiales, asegurar el cumplimiento de las obligaciones en materia de salud pública y evitar la generación de alarma social por la difusión de cifras o afirmaciones no verificadas”.

El escrito añade que toda la información que Amama proporcione será tratada “con absoluta confidencialidad”, y su uso quedará limitado a la investigación administrativa, al análisis técnico-sanitario y a la mejora continua de la calidad asistencial.

El SAS agradece “por anticipado” la colaboración de la asociación, recordando que se trata de una obligación legal según la normativa vigente en materia de salud pública.

Amama: presuntas deficiencias en el programa de cribado

La solicitud llega después de que Amama haya realizado en los últimos meses varias declaraciones públicas alertando de presuntas deficiencias en el programa de cribado, y de un número de mujeres afectadas mayor al reconocido oficialmente por la administración andaluza.

En respuesta, el SAS subraya que los datos difundidos por la asociación “no se corresponden con los registros clínicos oficiales”, y que las cifras oficiales han sido revisadas y comunicadas de forma continuada a través de la Comisión de Participación y Seguimiento del Programa de Cribado de Cáncer de Mama, en la que la propia Amama participa.

El organismo sanitario recalca que, dentro de ese marco de trabajo conjunto, ya se ha informado de los casos en los que se detectaron fallas en la información o en los que hubo demoras en la realización de pruebas complementarias, conforme a los tiempos clínicos establecidos.

Pero la aparición de discrepancias entre los datos oficiales y los difundidos públicamente por la asociación “exige una aclaración inmediata y documentada” debido al impacto que puede tener tanto en la confianza ciudadana como en la gestión sanitaria.

Por su parte, fuentes de la Junta de Andalucía recordaron que la Ley Andaluza de Salud Pública de 2011 considera como infracción muy grave la negativa a facilitar información o a colaborar con las autoridades sanitarias. Este tipo de infracción puede conllevar multas de entre 15.001 y 600.000 euros, según lo establecido en la legislación vigente.

El SAS fundamenta su requerimiento en las competencias que tiene la Comunidad Autónoma de Andalucía en materia de sanidad interior y salud pública, y apela al deber de colaboración entre las asociaciones y la administración para asegurar la transparencia y el correcto funcionamiento del sistema sanitario.

En su comunicación, el organismo insiste en que su objetivo es “verificar los hechos, corregir posibles fallos y preservar la confianza en los programas públicos de detección precoz del cáncer de mama”.

La tensión entre el SAS y Amama se produce en un contexto en el que el programa de cribado, que ofrece mamografías gratuitas a mujeres de entre 50 y 69 años, es una de las herramientas más importantes en la lucha contra el cáncer de mama, el tumor más frecuente entre las mujeres.

Las discrepancias sobre la gestión y los resultados del programa han reabierto el debate sobre la necesidad de mejorar los mecanismos de comunicación y la coordinación entre la administración y las asociaciones de pacientes, especialmente en temas tan sensibles para la salud pública.