Pesadilla para los sevillanos con la Cumbre de la ONU, la cumbre que nadie pidió

En palabras de un vecino de Sevilla Este: “Nos piden que nos alegremos por algo que, en realidad, solo vamos a sufrir”

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Operarios en las obras al FIBES en Sevilla Este.
Obras en la avenida Alcalde Luis Uruñuela.

Del 30 de junio al 3 de julio, Sevilla se convertirá en epicentro de la diplomacia internacional con la celebración de la Cumbre de la ONU sobre Desarrollo Urbano Sostenible. Una cita de enorme proyección para la ciudad, sí, pero también una fuente significativa de molestias y restricciones para los sevillanos, en especial para los vecinos de Sevilla Este, que verán alterada su vida cotidiana por el fuerte dispositivo de seguridad previsto.

El Palacio de Congresos y Exposiciones (Fibes), eje de este evento, se transformará en un auténtico búnker. Todo el perímetro que lo rodea, incluyendo tramos de las avenidas Alcalde Luis Uruñuela, Luis Fuentes Bejarano y Emilio Lemos, quedará completamente cortado al tráfico rodado durante amplias franjas horarias. Los vecinos de zonas como Ciudad Blanca, Ciudad Azul, Entrepuentes o Jardines del Edén sufrirán interrupciones en la circulación, cortes de calles, prohibiciones de aparcamiento en su propia calle y restricciones de acceso a sus propios domicilios.

Además, la retirada de contenedores en varias calles del distrito, medida adoptada por motivos de seguridad, afectará la gestión de residuos en unos días donde se prevé gran afluencia de visitantes, medios y personal de seguridad.

La «compensación» de un Ayuntamiento de Sevilla indolente

Como compensación parcial, el Ayuntamiento ha anunciado que las líneas de autobús que conectan Sevilla Este con el resto de la ciudad (27, 22, B4 y LE) serán gratuitas durante esos días, aunque también sufrirán desvíos y cambios en sus recorridos habituales.

El centro histórico, sin veladores ni aparcamiento

La otra cara de la moneda es el centro histórico, que también se blindará. Decenas de bares y restaurantes en calles como San Gregorio, la Plaza de la Contratación, Miguel de Mañara, Santo Tomás, Plaza de San Francisco y muchas otras, deberán retirar sus veladores y terrazas durante varias franjas horarias a lo largo de los días previos y durante la cumbre.

En algunas zonas, como la Plaza de la Encarnación o Doña María Coronel, las restricciones empezarán ya el 29 de junio, con horarios que van desde las 7:00 hasta las 2:00 de la madrugada. Esta medida, que responde a protocolos de seguridad, impactará directamente en el sector de la hostelería y reducirá el ambiente típico de una ciudad que vive en gran parte de su actividad al aire libre.

A esto se suman los cortes de tráfico y prohibiciones de estacionamiento en un amplio radio del casco histórico, incluyendo calles como San Fernando, La Rábida, Palos de la Frontera o Dueñas, y la cancelación del acceso al parking subterráneo de la Avenida de Roma.

Vecinos de Sevilla Este resignados, comerciantes preocupados

Las reacciones no se han hecho esperar. Algunos vecinos han mostrado su preocupación por la falta de alternativas reales y la escasa antelación con la que han sido informados. “Nos piden paciencia y comprensión, pero no podemos ni entrar a nuestras calles en coche ni sacar la basura con normalidad”, se queja una vecina de Sevilla Este.

En el sector hostelero, la incertidumbre es palpable. “Junio y julio son meses clave para nosotros. La retirada de veladores es un golpe importante a nuestra facturación”, lamenta el encargado de un bar en la Plaza de San Francisco.

Medidas paliativas y reuniones informativas

Para intentar mitigar el impacto, el Ayuntamiento ha anunciado la apertura anticipada de aparcamientos en centros comerciales como Hipercor y Carrefour San Pablo, y la disponibilidad 24 horas del aparcamiento del Club Deportivo Demetrio Pichel para residentes. Además, se ha prometido mantener reuniones informativas con los vecinos en los próximos días para resolver dudas y aclarar los detalles del plan de movilidad.

No cabe duda de que acoger una cumbre internacional como esta sitúa a Sevilla en el mapa de la diplomacia global y del turismo de congresos. Sin embargo, para muchos sevillanos, esta oportunidad conlleva un coste elevado: restricciones, pérdida de ingresos y una alteración profunda de la vida diaria durante casi una semana.

En palabras de un vecino de Sevilla Este: “Nos piden que nos alegremos por algo que, en realidad, solo vamos a sufrir” .