Ante la creciente preocupación de los vecinos y comerciantes de la calle Feria, el Ayuntamiento de Sevilla ha puesto en marcha un dispositivo especial con el objetivo de abordar de manera integral los problemas derivados de la ocupación ilegal de una finca en la zona. Los conflictos vecinales, agravados por la insalubridad y la inseguridad generadas por esta situación, han llevado al Consistorio a tomar medidas urgentes para restablecer la tranquilidad y la convivencia en esta emblemática vía del centro histórico.
Tras mantener diversas reuniones con representantes vecinales y comerciales del Casco Antiguo, el alcalde, José Luis Sanz, ha convocado a un equipo multidisciplinar integrado por las delegaciones de Seguridad Ciudadana, Asuntos Sociales, Lipasam y el distrito Casco Antiguo. Este dispositivo especial trabajará de forma coordinada para dar una respuesta eficaz y rápida a las demandas de los vecinos y devolver a la calle Feria el esplendor que le caracteriza.
Entre las acciones previstas se encuentran:
Refuerzo de la presencia policial: Se incrementará el número de efectivos de la Policía Local en la zona para garantizar la seguridad de los vecinos y disuadir posibles actos vandálicos.
Actuaciones de limpieza y desinfección: Lipasam llevará a cabo labores de limpieza intensiva en toda la calle Feria, con especial atención a los puntos más afectados por la acumulación de residuos y la presencia de alimañas.
Intervención de los servicios sociales: Se ofrecerá apoyo y asesoramiento a las personas que se encuentren en situación de vulnerabilidad y que puedan estar vinculadas a la ocupación ilegal de la finca.
Coordinación con la Justicia: Se trabajará estrechamente con los órganos judiciales para agilizar los trámites necesarios y lograr el desalojo de la finca ocupada en el menor tiempo posible.
Diálogo con los vecinos: Se mantendrán reuniones periódicas con los vecinos y comerciantes para informarles sobre el avance de las actuaciones y recoger sus sugerencias.
Un barrio en «pie de guerra»
«No podemos permitir que una minoría altere la convivencia pacífica de todo un barrio», ha afirmado el alcalde. En este sentido, ha asegurado que se solicitará al delegado del Gobierno una mayor presencia policial en la zona, así como una actuación más contundente por parte de las fuerzas de seguridad para poner fin a las constantes provocaciones de los okupas.
Los vecinos, hartos de sufrir los efectos de esta situación, han denunciado públicamente los actos vandálicos que se han producido en los últimos días, como el lanzamiento de aceite usado en portales y vehículos. Esta escalada de violencia ha llevado a los propietarios a unirse y a emprender acciones legales para recuperar sus viviendas y garantizar la seguridad de la zona.
Desde el Ayuntamiento se trabajará en estrecha colaboración con los vecinos y las fuerzas de seguridad para encontrar una solución definitiva a este conflicto que lleva enquistado casi una década. Además de reforzar la presencia policial, se estudiarán medidas para mejorar la convivencia en la zona y prevenir nuevos incidentes.
La situación en la calle Feria ha puesto de manifiesto la necesidad de abordar de manera urgente el problema de la ocupación ilegal en nuestras ciudades. Es fundamental que todas las administraciones trabajen de forma coordinada para garantizar el derecho a una vivienda digna y para proteger los intereses de los vecinos que cumplen con la ley.
