Centro eléctrico en el Polígono Sur de Sevilla quemado con restos de hollín en sus paredes.
Centro de transformación eléctrico quemado.

Nuevo incendio en un centro de transformación eléctrica en el Polígono Sur de Sevilla

Un nuevo incendio repite el escenario de 2024 en la misma instalación

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Un incendio destruyó en la madrugada de este lunes un centro de transformación de Endesa situado en la calle Mago de Oz, en el Polígono Sur de Sevilla. La instalación, que contaba con una potencia instalada de 2.000 kilovoltioamperios (KVA), daba servicio únicamente a 111 contratos de suministro en vigor, un consumo que no supera los 450 kilovatios de energía, según los datos facilitados por la compañía eléctrica.

A pesar de que el centro fue renovado por completo el pasado año, cuando en agosto volvió a arder por motivos similares, esta vez tampoco resistió la presión del fraude masivo y de las conexiones ilegales, principalmente asociadas a plantaciones de marihuana indoor.

Endesa ha anunciado que, para garantizar el suministro a los clientes con contrato legal, se instalarán dos grupos electrógenos de 1.600 y 1.200 KVA mientras se revisa y sustituye la infraestructura dañada.

La inversión prevista supera los 350.000 euros y contempla la instalación de dos nuevos transformadores de 1.000 KVA cada uno, capacidad suficiente para abastecer a más de 1.400 clientes, aunque los contratos en vigor siguen siendo apenas 111.

Sobrecarga eléctrica y enganches ilegales por plantaciones de marihuana en Polígono Sur de Sevilla

La situación en el Polígono Sur refleja un problema recurrente: el fraude eléctrico. Desde 2020, esta misma instalación ha ardido una vez al año, lo que pone en evidencia la sobrecarga constante a la que se ve sometida.

Una sola plantación de marihuana en una vivienda de unos 100 metros cuadrados puede consumir lo mismo que 80 hogares a la vez. La manipulación de las instalaciones y la demanda continua de energía para mantener estos cultivos hacen que los transformadores trabajen muy por encima de su capacidad real.

Lejos de aumentar, el número de contratos legales ha disminuido en los últimos años: de 119 en 2020 a los actuales 111. Esta caída contrasta con el crecimiento de conexiones ilegales, que no solo provocan apagones y fallos en el suministro, sino que también ponen en riesgo la seguridad de quienes habitan en la zona.

Refuerzo de infraestructuras eléctricas en Sevilla

Ante la magnitud del problema, Endesa y el Ayuntamiento de Sevilla pusieron en marcha en 2022 un plan de refuerzo de infraestructuras eléctricas en los barrios más afectados por el fraude. Se instalaron entonces 12 nuevos centros de transformación con tecnología avanzada y potencia suficiente para soportar picos de consumo anómalos.

Este verano se firmó un nuevo protocolo que contempla la instalación de otros 12 centros de transformación. Ocho de ellos estarán en el Distrito Cerro Amate, dos en el Distrito Este-Torreblanca y uno en los distritos Sur y Norte, respectivamente. Cada uno de estos centros contará con dos máquinas de 1.000 KVA, capaces de abastecer hasta 800 suministros legales.

La compañía asegura que, en paralelo a estas obras, colabora estrechamente con las fuerzas de seguridad para detectar y desmantelar plantaciones ilegales. Solo en los primeros seis meses de 2025 se han abierto 106 expedientes relacionados con cultivos de marihuana en Sevilla, lo que supone una media de cuatro operaciones semanales coordinadas por la Policía Nacional.

El problema de los enganches ilegales no solo repercute en la calidad del suministro eléctrico. La sobrecarga continuada aumenta el riesgo de incendios en transformadores y cableados, lo que supone una amenaza directa para la integridad de los vecinos. En zonas como las Tres Mil Viviendas, los cortes de luz se han convertido en una situación recurrente que agrava las condiciones de vida de miles de personas.

La reiteración de estos incendios pone de manifiesto la dificultad de dar una solución definitiva a un problema que mezcla cuestiones sociales, de seguridad y de salud pública. La demanda de electricidad por parte de las plantaciones de marihuana sigue superando los intentos de refuerzo de las infraestructuras, mientras los vecinos con contratos legales padecen las consecuencias.