La sanidad pública andaluza se prepara para afrontar el verano con un dispositivo especial que busca garantizar la continuidad asistencial durante los meses estivales, cuando tradicionalmente se produce un descenso en la presión sanitaria, pero sin dejar de atender a los ciudadanos. En Sevilla capital, una de las medidas más destacadas será la apertura por la tarde de nueve centros de salud, algo poco habitual durante esta época del año.
Según ha informado el Servicio Andaluz de Salud (SAS), los centros que mantendrán su actividad en horario vespertino son: Mercedes Navarro de Alcosa, Amate, El Cachorro, El Greco, Los Bermejales, María Fuensanta Pérez Quirós, Pino Montano B, Ronda Histórica y Torreblanca. Esta selección responde al análisis de los datos de demanda asistencial de veranos anteriores, en los que se ha identificado una mayor necesidad de atención en determinadas zonas de la ciudad.
El objetivo, aseguran desde el SAS, es garantizar el acceso a la atención primaria a lo largo del día, evitar desplazamientos innecesarios a urgencias y reducir los tiempos de espera. Además, la administración sanitaria ha subrayado que este dispositivo es flexible y podrá adaptarse en función de cómo evolucione la demanda en tiempo real.
Refuerzo humano sin precedentes del SAS
Una de las claves del plan estival es el refuerzo de personal, con la contratación de más de 7.400 profesionales sanitarios en toda Andalucía. Esta medida permitirá tanto asegurar la actividad asistencial como facilitar los turnos de descanso del personal fijo, garantizando al mismo tiempo la calidad del servicio.
Las contrataciones incluyen perfiles médicos, enfermería, técnicos de cuidados auxiliares, celadores y personal administrativo. Este incremento de plantilla busca también agilizar la gestión de citas, mejorar la atención domiciliaria y reducir la presión sobre los servicios de urgencias.
Casi dos millones de actos asistenciales previstos en la provincia
En total, el SAS prevé la realización de casi dos millones de actos asistenciales en la provincia de Sevilla durante el verano, lo que da una idea de la magnitud del dispositivo. La red hospitalaria contará con 2.557 camas funcionales, de las cuales 682 estarán en reserva, listas para activarse en caso de un repunte de la demanda asistencial debido a olas de calor, aumento de patologías respiratorias o cualquier situación extraordinaria.
Este planteamiento responde a la necesidad de mantener la capacidad de respuesta del sistema sanitario sin sacrificar eficiencia ni calidad, según han señalado fuentes del SAS.
Inversión en infraestructuras: más de 1,5 millones de euros
El plan de verano no solo se centra en los recursos humanos y la reorganización de servicios, sino también en la modernización de las infraestructuras sanitarias. La Junta de Andalucía ha destinado más de 1,5 millones de euros a obras de conservación, reforma y adecuación de espacios en los principales hospitales sevillanos.
En el Hospital Virgen del Rocío, se llevarán a cabo reformas estructurales como la retirada de bañeras y duchas obsoletas, la instalación de suelos vinílicos, y la pintura de habitaciones y quirófanos, además de la adecuación de accesos tanto en el hospital general como en el infantil.
Por su parte, el Hospital Virgen Macarena será objeto de una ampliación de la potencia eléctrica y de la renovación de varias zonas de hospitalización, actuaciones que permitirán una mejor distribución del equipamiento médico y una mayor comodidad para pacientes y profesionales.
Estas mejoras estructurales, aunque no exclusivamente relacionadas con el verano, se ejecutan en estos meses para aprovechar la reducción de actividad habitual y minimizar molestias a los usuarios.
Las listas de espera siguen bajando
En paralelo a estas actuaciones, el SAS ha informado de que las listas de espera quirúrgicas continúan descendiendo. Actualmente, 25.559 pacientes están pendientes de una operación en la sanidad pública andaluza, una cifra que refleja una tendencia sostenida a la baja en los últimos trimestres, gracias a la reordenación de recursos y a los planes de choque aplicados en distintos hospitales.
El descenso en las listas de espera representa un alivio para miles de familias y es un indicador de que el sistema está recuperando su capacidad operativa tras los años más difíciles de la pandemia.
