La barriada sevillana de las Tres Mil Viviendas volvió a ser escenario de una noche de violencia, con al menos dos tiroteos registrados en menos de tres horas. El suceso más grave se produjo en la calle Viento del Pueblo, en la zona de los Marrones, donde un hombre resultó herido de gravedad tras recibir un disparo de escopeta a bocajarro en el abdomen.
La víctima fue trasladada de urgencia al Hospital Universitario Virgen del Rocío, donde permanece ingresado en estado crítico. Este nuevo episodio de violencia se suma a una preocupante escalada de incidentes con armas de fuego en la zona, que se ha intensificado en las últimas semanas.
Según fuentes policiales, los primeros disparos se escucharon en torno a las siete de la tarde en la calle Divinas Palabras. Vecinos alertaron al 112 tras escuchar detonaciones y observar manchas de sangre en el suelo. A pesar de la rápida intervención de los agentes, no se localizaron heridos en un primer momento.
Sin embargo, la situación se agravó horas más tarde en la calle Viento del Pueblo, una vía peatonal situada en el corazón de los Marrones, donde ya se había llevado a cabo una importante operación policial a mediados de octubre. En esta ocasión, un individuo fue alcanzado por varios perdigones de escopeta a quemarropa, lo que le provocó heridas de extrema gravedad.
La Policía Nacional ha abierto una investigación para esclarecer los hechos y detener a los responsables de estos nuevos tiroteos. Los agentes han establecido un amplio dispositivo de seguridad en la zona y están interrogando a posibles testigos.
Un barrio atemorizado
Los vecinos de las Tres Mil Viviendas viven atemorizados ante la escalada de violencia que azota su barrio. La proliferación de armas de fuego y los constantes enfrentamientos entre bandas rivales han convertido esta barriada en una de las zonas más peligrosas de Sevilla.
A pesar de los esfuerzos de las fuerzas de seguridad, la situación parece estar fuera de control. Los vecinos demandan más presencia policial y medidas efectivas para erradicar el narcotráfico y la violencia que asolan su barrio.
Cabe recordar que los tiroteos del 12 de octubre pusieron de manifiesto el grave problema de la proliferación de armas de fuego en el Polígono Sur. La Policía intervino en aquel momento una amplia variedad de munición, incluyendo cartuchos de escopeta, casquillos de balas de arma corta (calibre 9 mm parabellum) y del calibre 7,62, utilizado en fusiles de asalto como el AK-47. La presencia de este tipo de armamento en una zona residencial supone una amenaza constante para la vida de los vecinos.
Ante esta situación, las autoridades han llevado a cabo una serie de operaciones para desarticular las redes criminales que operan en el Polígono Sur y en otras zonas conflictivas de Sevilla. A raíz de los tiroteos de octubre, se llevaron a cabo numerosos registros domiciliarios que se saldaron con la incautación de un importante arsenal y el desmantelamiento de más de treinta plantaciones de marihuana.
Sin embargo, estas medidas no han sido suficientes para frenar la violencia. El pasado 12 de noviembre, un nuevo tiroteo sacudió el Polígono Sur, dejando a una persona herida. En este caso, el motivo del incidente parece haber sido un conflicto familiar, lo que evidencia que la violencia en esta zona está arraigada en diversos factores, que van desde el narcotráfico hasta las disputas personales.
