
Misterio en torno al hallazgo de un cadáver quemado y escondido en el Canal de los Presos de Sevilla
El desnivel del terreno y la falta de iluminación natural parecen confirmar la hipótesis de que el cuerpo fue colocado allí de manera deliberada, buscando que pasara desapercibido

La Policía Nacional mantiene abierta una investigación tras el hallazgo de un cadáver en un canal de Sevilla. El cuerpo, en avanzado estado de descomposición y con signos de haber sido quemado, fue localizado en la mañana del lunes en el Canal de los Presos, a la altura de la barriada de Palmete y en dirección hacia el término municipal de Alcalá de Guadaíra.
El descubrimiento ha despertado gran preocupación en la zona, tanto por la violencia del hecho como por las dificultades de acceso al lugar donde se encontraba la víctima.
La investigación comenzó en la noche del domingo, cuando la Guardia Civil trasladó a la sala del 091 un aviso recibido a través de un confidente. Según esa información, en la zona conocida como Camino del Chorrillo podía haber un cuerpo calcinado.
Ante la gravedad del aviso, la Policía Nacional activó un dispositivo de búsqueda y estableció un puesto fijo en el área. Sin embargo, la inspección nocturna resultó infructuosa y no se localizaron indicios del cadáver.
El hallazgo en el canal soterrado
El giro se produjo en la mañana del lunes. Un agente de la Unidad de Subsuelo inspeccionó con más detalle la zona y descubrió el cuerpo en el interior de un canal de agua soterrado.
El hallazgo confirmó las sospechas iniciales: no solo se trataba de una persona calcinada, sino que además había sido ocultada en un lugar de difícil acceso.
Las características del terreno complican el hallazgo. La cubierta del canal se encuentra deteriorada y repleta de restos de obras abandonadas, mezclados con maleza y vegetación descontrolada.
El desnivel del terreno y la falta de iluminación natural parecen confirmar la hipótesis de que el cuerpo fue colocado allí de manera deliberada, buscando que pasara desapercibido.
El cadáver se encuentra en un estado tan deteriorado que todavía no ha podido ser identificado. Según fuentes policiales, el cuerpo presentaba tanto signos de carbonización como de una descomposición avanzada, lo que dificulta el trabajo forense.
El levantamiento judicial se llevó a cabo en la mañana del lunes y el cadáver fue trasladado al Instituto de Medicina Legal y Forense de Sevilla donde se realizó la autopsia, que será clave para determinar la causa exacta de la muerte y aportar pistas sobre la identidad de la víctima.
Mientras tanto, los investigadores han comenzado a cotejar las denuncias por desapariciones registradas en las últimas semanas y meses. El objetivo es localizar posibles coincidencias que puedan arrojar luz sobre quién era la persona hallada en el canal.
El caso está en manos del Juzgado de Instrucción número 10 de Sevilla, que se encontraba de guardia el lunes y asumió la dirección de las diligencias.
Aunque las cifras oficiales apuntan a un descenso de los delitos comunes en la ciudad, este hallazgo ha reavivado la inquietud de los ciudadanos en la zona. El Gobierno ha atribuido en los últimos meses la bajada de la delincuencia al incremento de agentes de Policía Nacional y Guardia Civil desplegados en la capital hispalense.
Sin embargo, la aparición de un cadáver en circunstancias tan violentas y con claros indicios de criminalidad marca un contrapunto en ese escenario.
Los vecinos de Palmete y su entorno observan con preocupación la evolución de un caso que, por sus características, apunta a una acción planificada y a un intento deliberado de ocultar pruebas.
El informe forense podría esclarecer aspectos fundamentales de la investigación como si la persona murió antes o después de ser quemada, cuánto tiempo llevaba en el lugar y qué tipo de lesiones presentaba.
También será clave determinar si existían restos de objetos personales, ropa o cualquier otro indicio que pueda guiar a los agentes hacia la identidad de la víctima.
La Policía Nacional mantiene la máxima discreción y no ha ofrecido detalles adicionales sobre posibles líneas de investigación. Lo que sí se confirma es que todas las hipótesis están abiertas y que el hallazgo se considera un posible homicidio.