Famoso "tapón" de Matalascañas.
Vista de la palaya de Matalascañas.

Matalascañas estalla, la Asociación de Propietarios denuncia imposiciones del Ayuntamiento de Almonte

En medio de las protestas vecinales, la Asociación de Propietarios de Matalascañas ha recibido una notificación por parte del Ayuntamiento de Almonte

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La tensión entre los propietarios de viviendas en Matalascañas y el Ayuntamiento de Almonte alcanza un nuevo punto crítico. La Asociación de Propietarios de Matalascañas ha hecho público su profundo malestar, en la red social X, con lo que consideran decisiones unilaterales, falta de diálogo institucional y un trato injusto hacia quienes sostienen económicamente la zona durante todo el año.

Uno de los motivos centrales del conflicto es la implantación del sistema de estacionamiento regulado, más conocido como “zona azul”, en gran parte de la zona. La asociación considera que esta medida se ha aplicado sin el consenso ni la participación de los residentes y propietarios, quienes ven cómo sus aportaciones económicas no se traducen en mejoras visibles para la localidad.

A pesar de haber solicitado en múltiples ocasiones una reunión con el alcalde -Francisco Bella-, aseguran que no han recibido respuesta alguna. Esta falta de comunicación ha aumentado el descontento a lo que se viene a sumar la percepción de que las decisiones del consistorio responden a intereses recaudatorios más que al bienestar de la localidad. Muchos vecinos sienten que se les trata como simples veraneantes -muchos procedentes de Sevilla-, a pesar de contribuir de forma decisiva a las arcas municipales.

El malestar se ha materializado recientemente en una manifestación convocada por la asociación, con la participación de decenas de personas que reclamaron más inversiones para la zona y el fin de medidas que consideran arbitrarias.

Entre las exigencias, destacan la mejora del paseo marítimo así como más accesos a la playa, asfaltado de calles, infraestructuras básicas de agua y una depuradora en condiciones.

La Asociación denuncia presiones: expediente por uso de sede y obstáculos a su reunión anual

En medio de las protestas vecinales, la Asociación de Propietarios de Matalascañas ha recibido una notificación por parte del Ayuntamiento de Almonte. Recientemente, el consistorio ha abierto un expediente informativo contra la asociación por el presunto uso indebido de su sede, acusándola de un posible uso comercial.

La sede en cuestión fue cedida en el año 2017 por la entonces alcaldesa Rocío Espinosa. Este espacio, compuesto por tres estancias, se ha gestionado de forma compartida, estando una de las salas ya destinada a un taller de costura, la segunda se cedió a un centro educativo para impartir clases de inglés, y la tercera es la que ocupa actualmente la asociación, asumiendo gastos comunes como el seguro y el mantenimiento del inmueble.

Desde la asociación aseguran que no existe ningún tipo de actividad comercial en su uso de la sede y esperan que este expediente no derive en una retirada del espacio, que consideran básica para su funcionamiento.

Además, señalan que, desde hace 15 años, han venido celebrando su reunión anual en un salón municipal, pero este año se les ha denegado dicho espacio sin justificación clara. Como alternativa, habían reservado un salón en el Hotel El Cortijo para llevar a cabo el encuentro. Pero, poco después de anunciar la nueva ubicación, el hotel fue objeto de una inspección que ha impedido la celebración de la reunión allí también.

Los responsables de la asociación sospechan que estas acciones no son meras coincidencias, sino una forma de presión institucional por parte del Ayuntamiento como represalia por las protestas y la movilización social contra la zona azul y otras medidas impopulares.

Malestar creciente y desconfianza institucional en Matalascañas

Lo que comenzó como un rechazo a la implantación de la zona azul ha evolucionado en un conflicto más profundo, marcado por la desconfianza, la falta de comunicación y una creciente sensación de persecución por parte del consistorio.

Vecinos y propietarios reclaman diálogo, respeto y transparencia. Consideran que, lejos de buscar soluciones comunes, las autoridades municipales están cerrando puertas e intentando silenciar las voces críticas hacia sus acciones. Por ahora, la asociación continúa movilizada y no descarta másacciones si no se da marcha atrás a las medidas impuestas ni se restablecen los canales de comunicación.

Matalascañas, uno de los enclaves turísticos más relevantes del litoral onubense, se encuentra así en el centro de un conflicto que trasciende lo administrativo y pone sobre la mesa un debate clave: ¿quién decide el futuro de una localidad, y en qué condiciones?