La convivencia entre los vecinos del barrio de Nuevo Torneo, en Sevilla, y las bandas de música ha alcanzado un punto crítico de conflicto, generado por los ensayos diarios en plena calle. A pesar de que el Ayuntamiento de Sevilla ha facilitado locales en el Parque de Arte Sacro para estos ensayos, numerosas agrupaciones musicales siguen utilizando las calles del barrio, provocando un ruido que los vecinos describen como “insoportable” y que afecta su calidad de vida.
Desde hace meses, los residentes de Nuevo Torneo han expresado su creciente malestar, ahora formalizado en una queja al Defensor del Pueblo Andaluz. Afirman que hasta ocho bandas pueden ensayar simultáneamente, creando un nivel de ruido que perturba tanto a niños como a personas mayores. Este ruido, señalan, no solo rompe con la tranquilidad del barrio, sino que interfiere directamente con sus horarios de descanso, especialmente porque los ensayos no respetan los horarios ni la distancia mínima establecida respecto a las viviendas, este hecho ha sido visibilizado por el periodista Juan Parejo desde las páginas de Diario de Sevilla.
La situación, según los afectados, no solo se limita a la cuestión del ruido. Algunos residentes aseguran sentirse intimidados por los músicos y sus acompañantes, quienes en ocasiones muestran resistencia ante las peticiones de que se alejen de las áreas residenciales. Este ambiente, descrito como un “clima de tensión y miedo”, ha llevado a que los vecinos unan fuerzas en una recogida de firmas para solicitar una reunión urgente con la delegación de Fiestas Mayores, con el objetivo de alcanzar una solución definitiva.
Normativa contra el sonido
Los vecinos exigen que se cumpla con la normativa que establece el uso de los locales cedidos por el Ayuntamiento para los ensayos, y que se respete la distancia mínima de 500 metros entre los lugares de ensayo y las viviendas. Los residentes también piden que las bandas solo utilicen las calles en el periodo de Cuaresma, y dentro de los 40 días previos a Semana Santa, como estipula la ordenanza municipal modificada en 2017.
Esta problemática no es nueva; ya en 2017, el Ayuntamiento suspendió el ensayo de la Centuria Romana Macarena en respuesta a numerosas quejas vecinales. La normativa vigente permite los ensayos en la calle en Cuaresma, con la condición de que terminen antes de las 23:00. Sin embargo, esta regulación no ha sido suficiente para apaciguar el conflicto. Los vecinos exigen mayores restricciones, mientras que las bandas argumentan que el ensayo en las calles es fundamental para adaptarse al recorrido procesional.
A pesar de los esfuerzos del Ayuntamiento, que ha proporcionado espacios en áreas como San Jerónimo y los Jardines de la Madrina, la coexistencia sigue siendo difícil. Los vecinos, agotados, insisten en que su derecho al descanso debe prevalecer sobre el uso de espacios públicos para el ensayo musical. El conflicto pone de manifiesto el desafío de equilibrar el respeto a las tradiciones musicales con el derecho de los ciudadanos a un entorno tranquilo.
Es una cuestión de derechos en tensión constante, donde tanto el Ayuntamiento como las partes implicadas deberán encontrar, o construir, un consenso. Por ahora, el ruido generando muchas molestias y turbando la paz del barrio.