La asamblea de trabajadores de la grúa municipal de Sevilla ha aprobado este lunes por la tarde desconvocar los nuevos paros parciales previstos para Semana Santa y Feria de Abril.
Un «acuerdo de mínimos» ha sido el motivo de la suspensión. Este acuerdo incluye la readmisión de dos empleados despedidos y una pequeña subida de sueldo para los 16 trabajadores de menor antigüedad.
Sin embargo, la plantilla considera que el acuerdo es insuficiente. Su principal demanda es la revisión del convenio colectivo para paliar la congelación salarial de los últimos cuatro años, que ha supuesto una pérdida de poder adquisitivo del 17%.
De no atenderse esta demanda, los trabajadores advierten de que habrá nuevas movilizaciones.
Hay una serie de antecedentes en torno a todo el conflicto con la grúa municipal de Sevilla en el que la plantilla ya protagonizó paros parciales durante la Navidad, con la suspensión de cerca de 60 servicios. El origen del conflicto se remonta a abril de 2023, cuando se alcanzó un acuerdo en el Sercla para poner fin a una huelga anterior. Los trabajadores denuncian que la empresa no está cumpliendo con dicho acuerdo.
La huelga de la grúa municipal de Sevilla: un conflicto que se recrudece
Los trabajadores de la grúa municipal de Sevilla denuncian el incumplimiento por parte de la empresa de los acuerdos alcanzados en abril de 2023 para evitar una huelga, acuerdos que no se están cumpliendo y que da dado origen al malestar y disconformidad con la situación.
El principal punto de conflicto es el convenio colectivo aplicable. La plantilla exige la aplicación del convenio propio que disfrutaban antes de la nueva adjudicación del servicio, mientras que la empresa defiende el convenio autonómico.
El acuerdo de abril establecía la aplicación transitoria del convenio propio hasta que una resolución judicial determine cuál es el aplicable. Sin embargo, según el comité de huelga, la empresa no está cumpliendo con este acuerdo.
Otros incumplimientos denunciados por la plantilla incluyen:
Imposición de cláusulas abusivas de movilidad geográfica en los contratos de relevo.
Instalación de sistemas de videograbación en el centro de trabajo y en los vehículos grúa, con una posible vulneración del derecho a la intimidad de los trabajadores.
Despidos de dos empleados por un presunto «bajo rendimiento», que el comité de empresa considera una represalia por las movilizaciones.
Ante esta situación, la plantilla había convocado nuevos paros parciales para Semana Santa y Feria de Abril que hubieran afectado directamente a las fiestas de primavera.