Por motivos de seguridad, los aficionados de Betis y Sevilla no tendrán permitido acercarse a los autobuses de sus equipos durante su llegada al estadio Benito Villamarín este domingo. Esta medida, tomada siguiendo las recomendaciones de la Comisión Nacional Antiviolencia, busca evitar los incidentes que se han producido en ediciones anteriores del Gran Derbi.
«No es una decisión arbitraria, sino una medida operativa necesaria por parte del Cuerpo Nacional de Policía», ha explicado el subdelegado del Gobierno en Sevilla, Francisco Toscano. «La Comisión Antiviolencia ha hecho un llamado de atención tras los altercados registrados con las caballerías y algunos aficionados en partidos previos».
La seguridad es lo primero
La llegada de los equipos al estadio es un momento crítico, por lo que se han extremado las medidas de seguridad. Se han establecido «burbujas de seguridad» alrededor del estadio, dentro de las cuales es más difícil acercarse a los autobuses. Fuera de estas zonas, los aficionados podrán recibir a sus equipos, siempre que respeten una distancia mínima de seguridad.
El hotel de concentración del Betis está prácticamente dentro de la «burbuja de seguridad», que comienza en la calle Holanda. Algunas calles, debido a su tamaño, no permiten la aglomeración de personas.
Cerca de 500 agentes para un Gran Derbi seguro
Un dispositivo policial sin precedentes garantizará la seguridad de todos los aficionados en el Gran Derbi del domingo. La Subdelegación del Gobierno en Sevilla ha anunciado que un total de 490 agentes velarán por el desarrollo del partido, una cifra similar a la de ediciones anteriores.
El dispositivo estará compuesto por: 390 agentes de la Policía Nacional. Más de 100 agentes de la Policía Local y
miembros de la seguridad privada de ambos clubes.
El operativo comenzará este sábado y tendrá una fase crítica que se desarrollará desde las 13:00 horas del domingo hasta el inicio del partido. La mayoría de los agentes se desplegarán en las zonas aledañas a los estadios Benito Villamarín y Sánchez Pizjuán, donde se concentrarán las aficiones de Betis y Sevilla, respectivamente.
También habrá presencia policial en los hoteles de concentración de ambos equipos. El recorrido que seguirán los autobuses de los equipos hasta el estadio. El subdelegado del Gobierno en Sevilla, Francisco Toscano, ha hecho un llamamiento a la responsabilidad de todos los aficionados: «Es el derbi más bonito e importante del país. Engrandecerlo depende de la Administración del Estado y de la responsabilidad de todos los aficionados».
Las autoridades han pedido a los aficionados que respeten las medidas de seguridad y disfruten del partido de forma pacífica y deportiva.