La persistente problemática del agua en Lora del Río ha desbordado la paciencia de sus vecinos, quienes han protagonizado una masiva manifestación en la Plaza de España para expresar su hartazgo y exigir soluciones inmediatas. La presencia de altos niveles de manganeso en el agua potable, un problema recurrente en los últimos veranos, ha puesto en evidencia la incapacidad del Ayuntamiento para garantizar un suministro de agua de calidad.
Los ciudadanos han señalado directamente al alcalde, Antonio Enamorado, al que acusan de ineficacia y de tratar de eludir sus responsabilidades. Según los manifestantes, Enamorado ha ofrecido múltiples excusas para justificar la situación, culpando a la sequía, a la gestión privada anterior de la estación de tratamiento de agua, a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y a la Diputación de Sevilla.
Sin embargo, los vecinos rechazan estas explicaciones y consideran que el alcalde está intentando desviar la atención de su propia incapacidad para resolver un problema que afecta directamente a la salud y el bienestar de los ciudadanos. Recuerdan que el suministro de agua en Lora del Río es competencia exclusiva del Ayuntamiento y que, por tanto, la responsabilidad última recae en el alcalde.
La Diputación de Sevilla, por su parte, ha recordado que ha invertido millones de euros en el municipio de Lora del Río en los últimos años, pero que ninguno de esos fondos se ha destinado a obras hidráulicas. Esta situación evidencia que el alcalde ha priorizado otros proyectos en detrimento de la solución de un problema tan acuciante como el del suministro de agua.
La manifestación de Lora del Río pone de manifiesto la creciente indignación de los ciudadanos ante una situación que se prolonga en el tiempo sin que se vislumbre una solución a corto plazo. Los vecinos exigen medidas urgentes y efectivas para garantizar un suministro de agua potable y de calidad, así como una gestión transparente y responsable por parte de las autoridades municipales.
La gota que colmó el vaso
Tras meses de sufrir una calidad del agua deficiente, la situación llegó a un punto crítico a mediados de julio cuando el agua del suministro municipal se volvió turbia y adquirió una coloración alarmante. Los análisis confirmaron lo que muchos temían: los niveles de manganeso superaban los límites permitidos, lo que obligó a declarar el agua no apta para el consumo humano. Esta prohibición se prolongó hasta mediados de agosto, generando una profunda preocupación y malestar entre los habitantes de la localidad.
Ante esta situación insostenible, los vecinos de Lora del Río han decidido salir a la calle para exigir soluciones inmediatas y definitivas. En una multitudinaria manifestación, los ciudadanos han expresado su hartazgo con la gestión del alcalde, Antonio Enamorado, al que acusan de ineficacia y de tratar de eludir sus responsabilidades.
Los convocantes de la protesta han sido claros y contundentes: «Basta ya de ponerse de perfil y echar balones fuera. Es hora de que el alcalde asuma su responsabilidad y trabaje de manera efectiva para resolver el grave problema del agua que afecta a nuestro municipio». Los vecinos exigen un suministro de agua potable y de calidad de forma permanente, y no solo como una solución temporal a crisis recurrentes.
