
Lo que nadie te cuenta sobre los errores en los cribados del cáncer de mama, el riesgo invisible que afecta a miles de mujeres
Errores en los cribados del cáncer de mama: una amenaza silenciosa con graves consecuencias para las pacientes

Cada año, miles de mujeres se someten a cribados de cáncer de mama con la esperanza de detectar a tiempo cualquier signo de la enfermedad. Sin embargo, los errores en las pruebas de detección —ya sea por falsos negativos, falsos positivos o fallos en la interpretación de las mamografías— pueden tener consecuencias médicas y psicológicas de gran alcance.
Los expertos alertan que, aunque los programas de cribado han salvado innumerables vidas, la precisión y el control de calidad siguen siendo esenciales para evitar daños colaterales a las pacientes.
Un error en un cribado de cáncer de mama puede manifestarse de dos formas principales: un falso negativo, cuando una lesión cancerosa no es detectada, o un falso positivo, cuando se diagnostica un posible tumor que en realidad no existe. Ambos escenarios son problemáticos, pero en sentidos diferentes.
Un falso negativo puede suponer una pérdida de tiempo vital para iniciar el tratamiento. El cáncer puede avanzar a estadios más agresivos antes de ser diagnosticado, reduciendo las posibilidades de curación y aumentando la mortalidad.
Según datos de sociedades médicas europeas, entre un 10 y un 20% de los tumores de mama pueden pasar desapercibidos en las mamografías, especialmente en mujeres con mamas densas, donde las imágenes resultan más difíciles de interpretar.
En el caso contrario, los falsos positivos generan angustia, ansiedad y tratamientos innecesarios. Estudios recientes han mostrado que una de cada diez mujeres que recibe un resultado positivo en el cribado termina descubriendo que no padece la enfermedad.
El impacto emocional de creer que se tiene cáncer, aunque sea temporalmente, puede dejar secuelas psicológicas duraderas.
Causas detrás de los fallos en los cribados
Las razones por las que se producen estos errores son múltiples. La calidad de las imágenes, la experiencia del radiólogo, los protocolos de revisión y la tecnología utilizada son factores determinantes.
Los expertos destacan que incluso los profesionales más experimentados pueden pasar por alto detalles sutiles, especialmente cuando deben analizar cientos de mamografías al día.
El avance de la inteligencia artificial ha comenzado a ofrecer una herramienta prometedora para reducir estos errores. Algoritmos de aprendizaje profundo ya están siendo implementados en varios países europeos para apoyar el diagnóstico radiológico, detectando patrones que el ojo humano podría no percibir.
No obstante los especialistas advierten que la tecnología debe ser un complemento, no un sustituto de la experiencia clínica.
Más allá de las consecuencias médicas, los errores en los cribados del cáncer de mama tienen un fuerte componente emocional. Recibir un resultado erróneo puede generar desconfianza en el sistema sanitario, ansiedad y depresión.
En el caso de los falsos positivos, las pacientes pueden verse sometidas a biopsias innecesarias o tratamientos invasivos que dejan huellas muy duras físicas y psicológicas.
Por otro lado, cuando el error consiste en no detectar un cáncer a tiempo, las consecuencias pueden ser devastadoras para la paciente y su entorno. El sentimiento de haber perdido una oportunidad de diagnóstico precoz puede derivar en culpa, frustración e incluso demandas judiciales contra los servicios sanitarios implicados.
Ante este panorama, los expertos recomiendan que los programas de cribado implementen sistemas de doble lectura, en los que dos radiólogos analicen de forma independiente cada mamografía. Este procedimiento, ya adoptado en países como Reino Unido y Suecia, ha demostrado reducir significativamente los errores de interpretación.
Asimismo, los profesionales insisten en la necesidad de informar a las pacientes sobre las limitaciones del cribado, fomentando una cultura de transparencia y confianza. Pedir una segunda opinión médica cuando existen dudas es una medida prudente que puede marcar la diferencia.

