Vista del embalse del Gergal.
Pantano del Gergal aliviando agua.

Las lluvias de la borrasca ‘Claudia’ devuelven al Guadalquivir niveles que no se veían desde hace años

Embalses del Guadalquivir rozan su máxima capacidad tras las lluvias de la borrasca ‘Claudia’

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Las intensas precipitaciones asociadas a la borrasca ‘Claudia’ han supuesto un importante alivio hídrico para la cuenca del Guadalquivir, cuyos embalses han experimentado un aumento generalizado en sus niveles de agua.

Según los últimos datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), el embalse del Gergal, uno de los que abastece al área metropolitana de Sevilla, ha alcanzado casi el 99% de su capacidad, lo que ha obligado a iniciar un proceso de desembalse controlado para evitar sobrecargas en la infraestructura.

Desde la CHG han precisado que “ninguno de los embalses adscritos al abastecimiento de Sevilla está desembalsando caudales distintos a los de su explotación ordinaria”. En este sentido, explican que el embalse de Aracena continúa enviando volúmenes diarios a Zufre, y este a su vez a La Minilla, dentro del ciclo habitual de regulación.

Por su parte, Cala está turbinando alrededor de 3 metros cúbicos por segundo, caudal que finalmente se recoge en el Gergal. Sin embargo, las abundantes aportaciones de agua registradas en los últimos días han obligado a este último a liberar parte de su volumen para mantener la seguridad estructural.

El sistema de abastecimiento de Emasesa, empresa metropolitana encargada de la gestión del agua en Sevilla y su entorno, se encuentra actualmente en una situación muy favorable. En conjunto, los embalses que nutren la red alcanzan el 87,5% de su capacidad, con un aumento generalizado en las últimas jornadas. Destaca el caso de Melonares, que en apenas 24 horas ha incrementado su nivel en casi dos puntos porcentuales, situándose al 98%.

El resto de los pantanos presentan también cifras notables: Aracena al 81,7%, Zufre al 87,7%, La Minilla al 86,9%, y Cala al 58,2%. Este panorama contrasta con el escenario de hace apenas un año, cuando las reservas hídricas se encontraban en niveles preocupantes tras un largo periodo de sequía.

En términos globales, los embalses gestionados por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir almacenan actualmente 3.591 hectómetros cúbicos de agua, una cifra muy superior a los 2.824 hectómetros cúbicos registrados en el mismo periodo del año anterior.

Capacidad de los pantanos destinados a riegos en la provincia de Sevilla

Los pantanos de regulación general, destinados principalmente al riego agrícola, se sitúan en el 33,28% de su capacidad, con 1.879 hectómetros cúbicos embalsados frente a los 1.478 de hace un año. El resto de embalses de la cuenca presentan un nivel medio del 71,67%, reflejando una mejoría sostenida en el balance hídrico del sistema.

Aun así, los técnicos de la CHG advierten que, pese al incremento de reservas, la cuenca del Guadalquivir se mantiene ligeramente por debajo de la media histórica de los últimos 25 años, estimada en torno al 46,7% para estas fechas. Actualmente, el promedio se sitúa en un 44,69%, lo que supone unos 700 hectómetros cúbicos más que el año pasado, pero 130 menos que la media registrada en el último cuarto de siglo.

La evolución de las lluvias en los próximos meses será clave para determinar la disponibilidad de agua de cara a la campaña de riego de 2026. Durante la última reunión de la Confederación, los expertos coincidieron en que “la situación de partida es más favorable que en ejercicios anteriores”, lo que permite cierto optimismo moderado entre los agricultores y usuarios del regadío.

Las recientes lluvias también aseguran el abastecimiento urbano de Sevilla hasta, al menos, 2030, según las previsiones de Emasesa. Este margen de garantía se debe no solo a la recuperación de los niveles de los embalses, sino también a las mejoras en la eficiencia de consumo y a las inversiones en infraestructuras de almacenamiento y distribución.