Las ‘lagunas’ de la Ley de Bienestar Animal en Sevilla: coches de caballo y perros en el Metro

Esta práctica, lejos de ser benigna, constituye un claro caso de maltrato animal que debe abordarse con urgencia y en Sevilla se vive a diario

Actualizado:
Coche de caballo junto a la Real Maestranza.
Coche de caballo al sol de Sevilla.

Los coches de caballos, una forma de transporte que evoca épocas pasadas de elegancia y tradición, siguen siendo vistos en algunas ciudades como una atracción turística o un medio de transporte alternativo. Sin embargo, detrás de esta imagen romántica se esconde una realidad preocupante: el trabajo de los caballos en condiciones extremas de temperatura, como aquellas que superan los 38 grados centígrados. Esta práctica, lejos de ser benigna, constituye un claro caso de maltrato animal que debe abordarse con urgencia y en Sevilla se vive a diario como indicaban, en El Correo de Andalucía, Ana Ordaz y Pablo Fernández. ¿Hasta donde afectan a los animales este tipo de situaciones?

Coches de caballo a pleno sol

Los caballos son animales sensibles y susceptibles a sufrir estrés térmico cuando se ven expuestos a altas temperaturas. Trabajar arrastrando un coche pesado bajo un sol abrasador, como el sevillano, puede causarles un sufrimiento extremo, poniendo en riesgo su salud y bienestar. Los signos de estrés térmico en los caballos incluyen sudoración excesiva, jadeo, agotamiento, deshidratación e incluso golpes de calor, que pueden ser fatales.

Además, el uso de coches de caballos en condiciones de calor extremo no solo afecta la salud física de los animales, sino también su salud mental. Los caballos son seres inteligentes y sociales que necesitan espacio, descanso y cuidados adecuados. Obligarlos a trabajar en condiciones adversas y agotadoras va en contra de su naturaleza y bienestar, lo que constituye un claro caso de maltrato animal.

Es responsabilidad de la sociedad y de las autoridades velar por el bienestar de los animales, garantizar que no se les someta a ningún tipo de sufrimiento innecesario. En este sentido, es fundamental tomar medidas para prohibir el trabajo de los caballos en coches de caballos a temperaturas altas así como implementar regulaciones más estrictas para proteger a estos animales de cualquier forma de explotación y abuso.

El maltrato animal en los coches de caballos a altas temperaturas es una práctica inaceptable que debe ser erradicada. Es imperativo que la sociedad tome conciencia de la importancia de respetar y proteger a los animales, incluidos los caballos, y que se tomen medidas concretas para garantizar su bienestar y dignidad. Pero el caso de los coches de caballo en Sevilla no es el único ejemplo.

La exclusión de perros en el metro: ¿Una violación de los derechos de los animales?

Los perros, son una parte importante de muchas familias y desempeñan un papel vital en la vida de sus dueños. Sin embargo, a pesar de que la legislación en muchos lugares establece que se debe permitir la entrada de mascotas al transporte público, es común encontrarse con restricciones, como la prohibición de subir perros al metro. Esta situación plantea interrogantes sobre si la exclusión de mascotas en este medio de transporte es justa y ética, especialmente cuando va en contra de lo establecido por la ley.

La relación entre los seres humanos y los animales ha evolucionado a lo largo de los años, y cada vez más se reconoce la importancia de tratar a los animales con respeto y consideración. En muchos lugares, las leyes han sido promulgadas para proteger los derechos de los animales y garantizar su bienestar, incluido el derecho de los propietarios de mascotas a viajar con sus animales en el transporte público.

Sin embargo, a pesar de estas regulaciones, es común encontrar restricciones en el transporte público, como la prohibición de subir perros al metro. Esta exclusión puede ser problemática para muchos propietarios de mascotas, especialmente aquellos que dependen del transporte público para desplazarse y que no tienen otras opciones para viajar con sus animales.

La prohibición de subir perros al metro puede tener consecuencias negativas tanto para los animales como para sus dueños. Muchos perros son animales sociables que disfrutan de la compañía de sus dueños y que necesitan ejercicio regular y estimulación mental. Restringir su acceso al transporte público puede limitar su capacidad de socializar, ejercitarse y explorar nuevos entornos, lo que puede afectar negativamente su bienestar y calidad de vida.

Además, la prohibición de subir perros al metro puede ser discriminatoria y contraria a los principios de igualdad y justicia. Excluir a los perros de este medio de transporte puede dificultar la movilidad de personas con discapacidades, personas mayores o personas que dependen de la asistencia de sus perros de servicio para realizar tareas cotidianas.