Coches en pleno atasco en Sevilla Este.
Tremendo atasco en Sevilla Este, el carril del tranvibús libre... Reducción de carriles.

La reducción de carriles del tranvibús convierte la movilidad en un caos: atascos interminables en Sevilla Este y Kansas City

Los comerciantes de la zona tampoco han tardado en mostrar su malestar ya que “muchos clientes nos dicen que evitan venir porque no quieren quedarse atascados»

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Lo que se presentó como una apuesta por la movilidad sostenible ha derivado, de momento, en un problema y un quebradero de cabeza diario para miles de conductores.

La reducción de tres a dos carriles en varios tramos de Sevilla Este y en Kansas City, para dar paso al nuevo tranvibús, ha provocado el escenario que muchos vecinos ya habían vaticinado y anticipado como largas colas de coches, atascos monumentales y un sentimiento creciente de frustración entre los afectados.

Desde antes de las siete de la mañana, las principales vías de acceso a Sevilla Este se convirtieron en un tapón inamovible con conductores atrapados durante más de 40 minutos en trayectos que habitualmente no superaban los diez relataban su indignación en redes sociales.

“Sabíamos que esto iba a pasar. Lo advertimos en reuniones vecinales y nadie nos hizo caso”, declaraba Ana Martínez, vecina en la avenida de las Ciencias e incluso la zona de Parque Alcosa por donde se desviaban para tratar de evitar el atasco, donde el embotellamiento se extendía hasta bien entrada la mañana.

El problema se repitió en Kansas City, una de las arterias más transitadas de Sevilla y conexión básica hacia la estación de Santa Justa y el centro. Allí, la supresión de un carril provocó retenciones que alcanzaron varios kilómetros -desde la rotonda de Santa Justa hasta San Pablo-Las Huertas, afectando no solo a quienes se dirigían al trabajo, sino también al transporte público.

Vecinos de Sevilla Este y Kansas City: “Era totalmente previsible”

La indignación de los vecinos no es nueva pues desde que el Ayuntamiento anunció la implantación del tranvibús con la consecuente reducción de carriles, asociaciones de Sevilla Este reclamaron estudios más detallados de impacto.

“Nos vendieron que el tranvibús iba a mejorar la movilidad, pero a nadie le preguntaron qué pasaría con los miles de vehículos que circulan a diario. Ahora sufrimos lo que era evidente: menos espacio para más coches”, señalaba Manuel López, residente en Avenida de Emilio Lemos.

La previsión de los vecinos se materializó en este 16 de septiembre aunque lleva días ya marcando esta tendencia, hoy los colapsos a lo largo de varias horas y notable de incidentes menores, como roces entre vehículos y discusiones en plena vía.

Los comerciantes de la zona tampoco han tardado en mostrar su malestar ya que “muchos clientes nos dicen que evitan venir porque no quieren quedarse atascados. Eso afecta directamente a nuestras ventas”, aseguraba la dueña de una cafetería.

El reparto de mercancías también se ha visto condicionado. Varias empresas de mensajería reconocieron retrasos en las entregas durante la mañana, al quedar atrapados en las caravanas de coches.

El Ayuntamiento defiende que la infraestructura permitirá reducir emisiones y agilizar los desplazamientos una vez que el servicio esté plenamente operativo pero si eso es para ensalzar la rapidez del tranvibús se fundamenta en una mentira ya que para ello se ha provocado un problema al reducir carriles, "que no se venda una falsa solución a un problema creado por ellos" dice un vecino.

La explicación no convence a muchos usuarios, para los conductores, la realidad es que hoy se enfrentan a más tiempo perdido en carretera, mayor gasto de combustible y un estrés diario difícil de asumir.

El debate está servido y surge una pregunta: ¿es posible apostar por un transporte público más ecológico sin agravar el tráfico de quienes dependen del coche? Mientras la administración asegura que el tranvibús será un avance, los vecinos de Sevilla Este y Kansas City sienten que se les ha sacrificado en nombre de la sostenibilidad.

A falta de ajustes técnicos y de posibles medidas complementarias —como nuevas rutas de autobuses, carriles alternativos o mejoras en los accesos—, la fotografía de este día es clara: barrios colapsados, con colas interminables y una ciudadanía que, en gran parte, se siente ignorada.

Lo que debería ser un paso hacia la modernidad se ha convertido en un símbolo de malestar para sus habitantes con continuas obras y "parches" que empeoran la movilidad. El tiempo dirá si el tranvibús logra cumplir sus promesas, hoy Sevilla Este y Kansas City han sido el escenario de un atasco anunciado.