La Policía Nacional considera que el ahogamiento es la principal hipótesis de la causa de la muerte de José Antonio Hernández Barrul, vecino de Torreblanca de 23 años de edad.
Retraso de la Policía
Desapareció el pasado 30 de octubre tras salir en bicicleta de su casa. El cadáver del joven se encontró flotando en la laguna del parque del Tamarguillo el pasado lunes.
Según ha publicado ABC y han confirmado fuentes próximas a la investigación estando pendiente del resultado final de la autopsia.
La Sociedad Gitana Española hizo una reunión con responsables de la Delegación del Gobierno central en Andalucía, en torno a este caso.
Al término del citado encuentro, el presidente de la Sociedad Gitana Española, Sinaí Jiménez, ha manifestado a los medios de comunicación que dicho departamento estatal, al que están adscritos la Policía Nacional y la Guardia Civil, está “a disposición de la familia” del joven fallecido.
«No iba a tardar»
El pasado lunes, los padres de José Antonio Hernández explicaban a los medios de comunicación que su hijo abandonó el domicilio familiar de Torreblanca sobre las 18 horas del lunes de la semana pasada, día 30 de octubre.
“Dijo que se iba a dar una vuelta con la bici a buscarse la vida y que no iba a tardar”, explicaba su madre, Luisa Barrul.
La familia del joven lamentaba que las autoridades hubiesen “tardado mucho” en desplegar el dispositivo de búsqueda.
Sobre ello indicaba que la denuncia de su desaparición fue formulada “al tercer día” de la misma, porque hasta entonces, las fuerzas policiales no confirmaron que José Antonio no estaba en ningún “calabozo” fruto de una detención.
Búsqueda de la propia familia
El colectivo tiene “muchos indicios” en torno a las circunstancias de la muerte de José Antonio Hernández Barrul, aunque aboga por la cautela. Según sus palabras, es muy preciso esclarecer “cómo y en qué condiciones” llegó el joven “a ese punto donde se ha encontrado” su cuerpo, en alusión a la laguna del Tamarguillo.
Juan, tío del joven fallecido, dijo que entre los días 2 y 3 de noviembre, la familia había “peinado” esa zona del parque.
Buscaban al desaparecido por la misma con sus propios medios, bajo la premisa de que el joven “andaba por allí” con frecuencia. Uno de sus sobrinos, según comenta el tío de José Antonio Hernández Barrul, había “pasado por ese lado y no vio nada” en la laguna.