Un enfrentamiento entre taxistas en el aeropuerto de Sevilla obligó a la Policía Nacional a intervenir este martes, en el primer incidente registrado desde la operación Aertase, que desmanteló la llamada mafia del taxi en la terminal. El operativo judicial dejó a 35 taxistas investigados por delitos de daños, coacciones, amenazas y pertenencia a organización criminal, y estableció medidas cautelares que les prohíben acercarse a menos de 500 metros del aeropuerto.
El conflicto se desató cuando un grupo de taxistas intentó impedir que conductores ajenos a la asociación Solidaridad del Taxi trabajaran libremente en la terminal. La Policía, desplegada en el lugar, disolvió el altercado y permitió a los nuevos taxistas operar en la zona.
Tensión en el palenque y reacción policial inmediata
El enfrentamiento comenzó en el «palenque», el área donde los taxistas organizan la cola antes de acceder a la parada. Los conductores habituales del aeropuerto negaron el acceso a los recién llegados, generando una escalada de tensiones. En medio de la disputa, algunos taxistas adelantaron a los demás y bloquearon el paso con sus vehículos, mientras otros increpaban a sus compañeros.
Los afectados solicitaron la intervención policial. Un furgón de la Unidad de Intervención Policial (UIP), apostado en el túnel de llegadas, respondió de inmediato y calmó los ánimos. Los agentes identificaron a los implicados y confirmaron que estos podrían enfrentar sanciones legales por su conducta.
Medidas de seguridad y desafíos persistentes
El dispositivo policial en el aeropuerto continuará en los próximos días para evitar nuevos enfrentamientos y garantizar que todos los taxistas puedan operar sin restricciones. Según fuentes policiales, se están recopilando pruebas y tomando medidas contra los participantes en los actos violentos.
Mientras tanto, los taxistas que acuden a trabajar al aeropuerto afirman estar perdiendo el temor a posibles represalias. Aunque algunos lo hacen en solitario, otros optan por acudir en grupos para mayor seguridad.
Debate político y falta de medidas municipales
En el ámbito político, el Ayuntamiento de Sevilla sigue sin adoptar decisiones contundentes respecto a los taxistas investigados. El alcalde, José Luis Sanz, anunció una próxima reunión del Instituto del Taxi, donde curiosamente están representados miembros de Solidaridad del Taxi, los mismos implicados en los incidentes. Este organismo podría decidir sobre la implementación de un turno rotatorio en la parada del aeropuerto, una medida que otras ciudades, como Málaga, ya han adoptado con éxito.
El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía recomendó hace más de dos décadas este sistema como la solución más equitativa para el sector, pero los sucesivos gobiernos locales han ignorado dicha sugerencia. Hasta la fecha, no existe un control permanente de la Policía Local en el aeropuerto, y el dispositivo de seguridad depende exclusivamente de la Policía Nacional.
La asociación Elite Taxi, que denunció la situación el pasado mayo, critica la falta de respuesta del Ayuntamiento y su inacción frente a los problemas en la terminal. Mientras tanto, la operación Aertase ha logrado abrir una brecha en el monopolio ejercido por Solidaridad del Taxi, pero el reto de garantizar un acceso justo y libre a la parada del aeropuerto persiste.
El futuro de la terminal, símbolo de los conflictos históricos del sector, dependerá de que las autoridades locales tomen decisiones firmes que aseguren una competencia justa y sostenible para todos los taxistas.