
La polémica por los patinetes eléctricos en Sevilla: multas, vetos y modelos prohibidos
Patinetes eléctricos en Sevilla: la nueva ordenanza que cambia las reglas del juego a partir de 2026

El Ayuntamiento de Sevilla, bajo el gobierno de José Luis Sanz, prepara un profundo cambio en la Ordenanza Municipal de Circulación que afectará directamente a los vehículos de movilidad personal (VMP), especialmente los patinetes eléctricos.
La reforma, que podría aprobarse definitivamente en el Pleno de febrero del año 2026, busca alinearse con la legislación estatal y frenar la creciente siniestralidad vial en la capital andaluza.
Según datos de la Fiscalía de Seguridad Vial, en 2024 se registraron 499 accidentes en los que estuvieron involucrados patinetes eléctricos. Ante este escenario, la nueva normativa impondrá el uso obligatorio de casco homologado, seguro de responsabilidad civil y registro en la Dirección General de Tráfico (DGT).
Igualmente se endurecerán las sanciones por circular sin póliza o manipular los vehículos para alterar su potencia o características técnicas.
La ordenanza introduce los nuevos artículos 51 bis y 145 bis, donde se define el régimen de circulación, sanciones y requisitos técnicos de los VMP.
Las multas se clasifican en tres categorías que son: muy graves (hasta 500 euros) por modificar el patinete; graves (de 101 a 200 euros) por circular sin casco o sin seguro, o por superar la potencia permitida en zonas ciclistas; y leves por estacionar en aceras o anclar los vehículos a mobiliario urbano.
No obstante, el punto más polémico de la reforma es la limitación de potencia máxima de 250 vatios para circular por los carriles bici. Según la ordenanza, solo podrán hacerlo los modelos que no superen esa potencia y mantengan una velocidad máxima de 15 km/h, o 10 km/h en tramos compartidos con peatones.
Esta restricción ha provocado una fuerte reacción de la Asociación de Usuarios de Patinetes Eléctricos de Sevilla (Ampes), que considera que el Ayuntamiento “expulsa” de los carriles bici a la mayoría de los usuarios.
Conforme con sus datos, solo el 2,45% de los patinetes certificados por la DGT cumplen los nuevos límites, lo que obligará a casi todos los conductores a circular por la calzada desde la primavera de 2026.
“Una anomalía sevillana”, según los usuarios
El vicepresidente de Ampes, Eduardo García, denuncia que la medida supone “prohibirnos el uso bajo amenaza de multa de 200 euros”. Según la asociación, la limitación impuesta en Sevilla no tiene equivalencia en el resto de España, donde la normativa nacional permite hasta 1.000 vatios de potencia en los VMP certificados.
“A nivel estatal, la velocidad máxima ya está limitada a 25 km/h, por lo que imponer una restricción de potencia no tiene sentido”, subraya García. Ampes participó en el proceso de redacción del borrador municipal, pero lamenta que el Ayuntamiento haya ignorado sus aportaciones.
“Entregamos 16 páginas de observaciones que no se han tenido en cuenta. Es repetir los errores del pasado”, aseveró el portavoz.
Entre los modelos que sí cumplirían la nueva norma se encuentran el Xiaomi Electric Scooter 4 Go, el Cecotec Bongo D20E Connected, y varios modelos de Ninebot y Wispeed, aunque muchos de ellos ya no están disponibles en el mercado. En total, solo ocho modelos de 327 certificados podrían circular legalmente por los carriles bici de Sevilla cuando la ordenanza entre en vigor.
El Ayuntamiento de Sevilla defiende la reforma argumentando que busca mejorar la seguridad vial y la convivencia con peatones y ciclistas. Fuentes municipales subrayan que el uso de casco, chaleco reflectante y seguro obligatorio “responde a una necesidad de responsabilidad compartida en el espacio público”.
Sin embargo Ampes considera que la norma genera “inseguridad jurídica” y que los usuarios podrían ser multados injustamente en tanto no se publique el Real Decreto de Protección de Usuarios Vulnerables, previsto por la DGT para 2026, que establecerá las condiciones definitivas del seguro para patinetes.
La reforma, que ha despertado un intenso debate ciudadano, se encuentra ahora en periodo de alegaciones abierto. Si no se introducen cambios sustanciales, Sevilla se convertirá en la primera gran ciudad española en aplicar una restricción de potencia tan estricta para los patinetes eléctricos, un paso que —según sus defensores— busca más seguridad, pero que —para sus detractores— puede suponer el fin del modelo actual de movilidad personal.

