Vehículo de Tussam.
Autobús de Tussam.

La Línea Norte de Tussam recupera los autobuses articulados tras el caos del tranvibús

Tussam rectifica y devuelve los autobuses articulados a la Línea Norte tras las quejas de los viajeros

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La Línea Norte (LN) de Tussam recuperó este jueves la normalidad tras varios días de tensiones y quejas de los vecinos. La empresa municipal de transportes de Sevilla rectificó y volvió a asignar autobuses articulados a esta ruta exprés, que mueve a 1,5 millones de pasajeros al año y se había visto afectada desde la entrada en servicio del tranvibús el pasado 29 de septiembre.

Los viajeros, que en jornadas anteriores habían tenido que esperar varios turnos o incluso quedarse en tierra, celebraron la vuelta de los vehículos de mayor capacidad.

“Hoy vuelven a estar los buses articulados en la Línea Norte. Me he adelantado pensando que habría problemas, pero ha llegado uno grande y no ha habido incidencias”, decía una usuaria habitual, visiblemente aliviada tras días de incomodidades.

Desde la dirección de Tussam confirmaron el regreso “hoy los ocho vehículos de la línea son articulados y seguiremos así”.

Aunque matizan que en ningún momento se eliminaron completamente, sino que se combinaron unidades largas y cortas para cubrir el servicio.

Reorganización interna y traslado de recursos de Tussam en Sevilla

El origen del conflicto se encuentra en la puesta en marcha del tranvibús, que absorbió diez autobuses 100% eléctricos y articulados adquiridos específicamente para ello. Con ellos, Tussam buscaba reforzar la movilidad entre Sevilla Este y el Prado, aunque la medida tuvo un efecto colateral inmediato como fue la reducción de capacidad en las líneas exprés Norte (LN) y Este (LE).

Para dar respuesta a la demanda, la empresa ha recurrido ahora a su flota de articulados de gas y gasoil, reasignando una parte de los vehículos a la Línea Norte.

“Los eléctricos están centrados en el tranvibús, pero hemos reforzado con otros modelos de alta capacidad para la LN”, explican desde Tussam.

La polémica llegó a redes sociales, donde decenas de usuarios denunciaron con imágenes y mensajes en la red X las aglomeraciones y los retrasos que se vivieron durante los primeros días de servicio del tranvibús. “Desde el lunes no subo en el primer bus que llega, siempre lleno”, se quejaba un estudiante en un mensaje que fue muy compartido.

La puesta en marcha de la primera línea del tranvibús (TB1) en Sevilla, diseñada para mejorar la conexión entre Sevilla Este y el centro de la ciudad, ha tenido una repercusión más amplia de la prevista.

En su recorrido por avenidas clave como Kansas City o de las Ciencias, la reserva de un carril exclusivo para el nuevo sistema ha reducido la capacidad de circulación para el resto de vehículos.

El estrechamiento de tres a dos carriles en varios tramos ha generado importantes retenciones en horas punta, pese a los ajustes de semáforos y desvíos de tráfico implementados por el Ayuntamiento.

Los atascos han obligado a muchos conductores a buscar rutas alternativas, por ejemplo en dirección hacia Nervión, se recomienda utilizar calles paralelas a Kansas City, como la vía San Pablo o la avenida de la Soleá, que permiten desembocar en Luis Montoto evitando el eje principal. E

n sentido contrario, hacia la salida de la ciudad, las alternativas pasan por calles secundarias próximas a la estación de Santa Justa o por la avenida Pablo Iglesias, que conecta con la carretera de Carmona.

Con este escenario, Tussam y el Ayuntamiento se enfrentan al problema de equilibrar los recursos entre el nuevo tranvibús y las líneas exprés tradicionales, que siguen registrando un volumen de pasajeros muy elevado.

La Línea Norte ha recuperado esta semana sus articulados y con ello cierta estabilidad en la prestación del servicio, pero persisten las dudas sobre la sostenibilidad de la reorganización y sobre cómo afectará a otras rutas como la Línea Este.

Los usuarios, mientras tanto, confían en que el reajuste sea definitivo. “Después del caos, lo mínimo es que nos garanticen buses grandes en las horas punta. No podemos estar todos los días con la incertidumbre de si cabremos o no”, reclamaba un pasajero a la salida del Prado de San Sebastián.