
La FOAM avisa que Sevilla se convierte en uno de los focos más preocupantes del repunte de sarna en mayores
La FOAM exige una investigación urgente ante el repunte de brotes de sarna en residencias andaluzas

La Federación de Organizaciones Andaluzas de Mayores (FOAM) ha encendido las alarmas tras constatar un aumento sostenido de los brotes de sarna en residencias de mayores de la comunidad autónoma.
La entidad ha solicitado formalmente a la Consejería de Sanidad, Presidencia y Emergencias de la Junta de Andalucía la apertura de una investigación “exhaustiva y rigurosa” que permita identificar qué factores están detrás de esta tendencia, que califican de “preocupante” y “anómala”.
Según los datos oficiales remitidos a la FOAM por la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, y obtenidos mediante una petición a través del portal de transparencia, Andalucía suma ya 56 brotes confirmados hasta el 2 de noviembre.
La cifra coloca a 2025 como el segundo año con más episodios registrados, únicamente superado por 2024, cuando se contabilizaron 67 casos en centros residenciales andaluces.
Sevilla y Málaga, las provincias más afectadas
Aunque el problema afecta al conjunto del territorio autonómico, el análisis provincial muestra diferencias significativas. Málaga encabeza la lista con 21 brotes, seguida de Sevilla, que registra 15 episodios y se convierte así en la segunda provincia andaluza más afectada por esta incidencia sanitaria.
Tras ellas se sitúan Almería (7), Cádiz (5), Jaén (4), Huelva (3) y Córdoba (1). En el extremo opuesto figura Granada, que no ha notificado ningún caso este año.
Para la FOAM, la situación de Sevilla es especialmente preocupante, ya que la provincia encadena dos años consecutivos entre los territorios con mayor incidencia. La federación considera que esta persistencia requiere un análisis detallado que permita comprender qué factores pueden estar influyendo en la expansión de los brotes.
La organización recuerda que, pese a no tratarse de una enfermedad grave en la mayoría de los casos, la sarna supone una situación muy incómoda para los residentes y genera un impacto considerable en los centros, obligando a activar protocolos de aislamiento, reforzar medidas de higiene y aplicar tratamientos simultáneos en residentes y personal.
Ante este escenario, la FOAM reclama una estrategia más sólida y coordinada por parte de la administración autonómica. Entre sus solicitudes figura la puesta en marcha de un estudio comparativo con otras comunidades autónomas, con el fin de detectar posibles buenas prácticas en prevención y control de infecciones que puedan incorporarse en los centros andaluces.
Asimismo, pide una evaluación detallada de los recursos con los que cuentan las residencias, desde personal sanitario hasta medios materiales, pasando por la capacidad de diagnóstico temprano. La federación destaca que muchos centros arrastran cargas estructurales y de personal que dificultan la gestión de episodios contagiosos.
Otra de las reclamaciones es la revisión profunda de los protocolos de actuación, un apartado que consideran clave para frenar el incremento de casos. Según la FOAM, la actualización de estos procedimientos permitiría reaccionar con mayor rapidez ante los primeros síntomas y evitar la propagación en instalaciones donde conviven personas especialmente vulnerables.
La entidad insiste también en la necesidad de reforzar la transparencia pública, solicitando la publicación periódica y accesible de datos sobre brotes, incidencia y evolución de enfermedades contagiosas en residencias. A su juicio, esta información “es esencial para poder evaluar la situación real, detectar tendencias y anticipar posibles focos de riesgo”.
En su comunicado, la federación advierte que los mayores son el colectivo más expuesto y que cualquier incremento en las incidencias sanitarias merece una reacción inmediata. “No somos expertos en epidemiología ni en salud pública, pero nuestra responsabilidad es alertar de lo que vemos y exigir explicaciones cuando la situación se agrava”, señala la entidad.
¿Qué es la sarna?
La sarna es una infección cutánea provocada por el ácaro Sarcoptes scabiei, que se introduce en las capas superficiales de la piel y provoca una irritación intensa. Su síntoma más característico es un picor muy fuerte, especialmente durante la noche, acompañado de pequeñas lesiones, enrojecimiento o la aparición de surcos finos bajo la piel.
El contagio suele producirse por contacto directo y prolongado con una persona infectada, lo que explica su rápida propagación en entornos cerrados como residencias de mayores, centros sociosanitarios o domicilios con alta convivencia.
Si bien el tratamiento es sencillo —generalmente mediante diversas cremas o lociones específicas—, requiere una correcta aplicación y, en la mayoría de los casos, el tratamiento simultáneo de residentes, familiares y personal para evitar reinfecciones.
Los expertos recuerdan que la detección temprana y la intervención inmediata son fundamentales para contener los brotes y evitar que se extiendan. La FOAM insiste en que este tipo de episodios debe gestionarse con especial sensibilidad, ya que afectan a una población vulnerable y pueden generar un gran malestar físico y emocional.

