Imagina que vivir en un barrio de Sevilla puede determinar que vivas hasta 9 años menos que en otro. Esta es la cruda realidad que expone un estudio de la Universidad de Sevilla, donde se analizan las condiciones de vida y su impacto en la mortalidad.
Polígono Sur vs. Santa Clara: dos mundos, dos esperanzas de vida
El estudio pone de relieve dos realidades paralelas:
Polígono Sur: La esperanza de vida en este barrio se asemeja a la de Corea del Norte, un país con altos índices de pobreza y desigualdad.
Santa Clara: En cambio, la esperanza de vida en este barrio se equipara a la de Japón, una de las naciones con mayor longevidad del mundo.
Las raíces de la desigualdad: más allá del mérito personal
Los investigadores sostienen que estas diferencias no son fruto del azar o del «mérito personal», sino que están directamente relacionadas con condiciones sociales estructurales. La renta familiar, el nivel educativo y el código postal determinan en gran medida la esperanza de vida.
Sonia Díaz, de Oxfam Intermón, coordinadora del estudio, lo resume así: «La desigualdad tiene consecuencias letales, la esperanza de vida se acorta». El nivel de estrés, la calidad de la vivienda, el acceso a la educación y el mercado laboral, el estilo de vida y la capacidad para afrontar gastos configuran un panorama que determina la salud física y mental de las personas, impactando directamente en su longevidad.
Reducir las brechas sociales
Los resultados de este estudio son un llamado de atención a las autoridades y a la sociedad en general. Es necesario abordar las profundas desigualdades que existen en Sevilla y en otras ciudades para garantizar que todas las personas, independientemente de su código postal, tengan la oportunidad de vivir una vida larga y saludable.
¿Qué podemos hacer? Luchar contra la pobreza y la exclusión social. Promover la educación y la formación como herramientas de igualdad. Mejorar las condiciones de vida en los barrios más desfavorecidos. Crear políticas públicas que fomenten la equidad y la justicia social.
Solo con un compromiso firme y acciones concretas podremos construir una Sevilla más justa y equitativa, donde la esperanza de vida no sea un privilegio de unos pocos, sino un derecho de todos.
Un laberinto de desigualdades donde el trabajo y la renta son un espejismo
Seis de los quince barrios más pobres de España y Europa: Este alarmante dato ubica a Sevilla en el podio de la desdicha urbana.
Renta media por hogar cuatro veces más alta en los barrios ricos: La inequidad financiera se hace evidente con cifras como estas. En Tabladilla-La Estrella (El Porvenir) la renta alcanza los 75.000 euros, mientras que en Torreblanca solo llega a 14.000 euros.
Una herida histórica: Las desigualdades no son nuevas. Los barrios desfavorecidos de hace 30 años siguen condenados a la misma suerte en la actualidad.
La desigualdad y la segregación se retroalimentan creando un círculo vicioso. La historia se repite inexorablemente, y las oportunidades se esfuman para los más vulnerables.