La inminente desaparición de Muface plantea un problema sin precedentes para el sistema sanitario público de Sevilla. La incorporación de más de 74.000 mutualistas y sus familias al sistema público, ante la ausencia de un acuerdo con las aseguradoras, saturaría aún más unos servicios ya de por sí muy colapsados.
Un reciente estudio de la Universidad Complutense revela que Sevilla se encuentra entre las provincias más afectadas por esta situación. La absorción de tal volumen de nuevos pacientes requeriría un incremento sustancial de la plantilla médica, especialmente en Atención Primaria. Se estima que serían necesarios alrededor de 50 médicos de familia y pediatras adicionales para atender a esta nueva demanda, lo que supondría un aumento del 3% en la plantilla actual.
Esta cifra se obtiene considerando una ratio recomendada de 1.500 pacientes por médico, un estándar que, en muchos centros de salud sevillanos, ya se encuentra superado. Es decir, la realidad podría exigir un incremento aún mayor de profesionales. La situación se agrava si se tiene en cuenta que Sevilla ha experimentado una pérdida de 145 médicos de familia desde el inicio de la pandemia, lo que ha debilitado aún más la capacidad de respuesta del sistema.
¿Por qué es tan preocupante esta situación?
La incorporación masiva de nuevos pacientes saturaría los centros de salud, alargando las listas de espera y dificultando el acceso a una atención sanitaria de calidad. El sistema público ya se enfrenta a una escasez de profesionales y recursos materiales. La absorción de nuevos pacientes agravaría esta situación, poniendo en riesgo la calidad asistencial. Si bien el estudio se centra en Atención Primaria, la demanda de servicios especializados también aumentaría, requiriendo una mayor inversión en esta área.
Ante este escenario, es urgente que las administraciones competentes tomen medidas para garantizar la continuidad asistencial de los mutualistas de Muface y evitar el colapso del sistema público como realizar una planificación a largo plazo para reforzar las plantillas médicas, tanto en Atención Primaria como en Especialidades. Además se deben implementar medidas para optimizar la gestión de los recursos existentes, como la telemedicina o la atención domiciliaria. La colaboración con el sector privado podría ser una solución a corto plazo para atender a la creciente demanda.
La desaparición de Muface representa un problema mayúsculo para el sistema sanitario sevillano.
Colapso de la sanidad pública sevillana
Esta situación ha generado una profunda preocupación en el sector sanitario. Alfonso Carmona, presidente del Colegio de Médicos de Sevilla y del Consejo Andaluz de Colegios Médicos (CACM), ha calificado este escenario como «un auténtico desastre». Carmona advierte que la absorción de esta carga asistencial no solo impactará negativamente en la calidad de la atención médica, sino que también supondrá un enorme coste económico para el sistema público, que se encuentra ya notablemente infrafinanciado.
La crisis de Muface pone de manifiesto las profundas deficiencias del sistema sanitario español. La falta de inversión en infraestructuras y personal, así como las retribuciones inadecuadas de los profesionales sanitarios, han debilitado la capacidad de respuesta del sistema público.
Esta situación se ha visto agravada por la ruptura de las negociaciones entre el Gobierno y las aseguradoras, lo que ha dejado a miles de mutualistas en una situación de incertidumbre. Las compañías aseguradoras argumentan que las condiciones económicas ofrecidas por el Gobierno son insuficientes para garantizar una prestación de servicios de calidad.
La clave: el diálogo y la búsqueda de soluciones consensuadas
Carmona aboga por un diálogo constructivo entre todas las partes implicadas para encontrar una solución que garantice la continuidad asistencial de los mutualistas de Muface y, al mismo tiempo, preserve la sostenibilidad del sistema sanitario público. El presidente del Colegio de Médicos propone una subida escalonada de la prima por asegurado, como punto de partida para renegociar el contrato.
La situación de Sevilla es un reflejo de un problema generalizado que afecta a todo el territorio nacional. La creciente demanda de servicios sanitarios, unida a la escasez de recursos y a la precarización de las condiciones laborales de los profesionales, está poniendo en riesgo la sostenibilidad del sistema sanitario público.
