La gestión del futuro de la dehesa de Tablada ha sido marcada por una notable incoherencia en las decisiones del Ayuntamiento de Sevilla. El alcalde José Luis Sanz, tras asumir el cargo, inicialmente defendió la urbanización de esta zona, una postura que generó gran controversia. Sin embargo, tras la trágica experiencia de la DANA en Valencia, el alcalde dio un giro de 180 grados y descartó esta opción.
No obstante, la incertidumbre sobre el futuro de Tablada persiste. A pesar de las evidencias científicas que alertan sobre la alta vulnerabilidad de esta zona a las inundaciones, el alcalde ha vuelto a plantear la posibilidad de urbanizar una parte de la dehesa, argumentando que no toda la superficie es inundable.
Durante más de dos décadas, numerosos estudios científicos, encabezados por expertos como Fernando Sancho Royo, han advertido sobre los riesgos de urbanizar Tablada. Estos estudios han puesto de manifiesto la importancia de preservar la naturaleza inundable de esta dehesa y han alertado sobre las consecuencias negativas que tendría la construcción de diques para evitar las inundaciones.
La construcción de diques en Tablada tendría un impacto directo en las zonas bajas del Aljarafe, aumentando la frecuencia e intensidad de las inundaciones en localidades como San Juan de Aznalfarache y Gelves. Esta situación obligaría a construir nuevos muros de defensa en ambas márgenes del Guadalquivir, lo que supondría una solución costosa y ambientalmente insostenible.
La importancia de proteger Tablada
La dehesa de Tablada desempeña un papel fundamental en el equilibrio ecológico de la región. Actúa como una zona de amortiguamiento ante las inundaciones, protegiendo a las poblaciones ribereñas. Además, es un hábitat de gran valor ecológico, que alberga una rica biodiversidad.
La propuesta de convertir Tablada en un parque metropolitano, como sugiere el Secretario Municipal, es una opción mucho más sostenible y beneficiosa para la ciudad y sus habitantes. Esta solución permitiría proteger el medio ambiente, mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y fomentar el desarrollo de actividades recreativas y deportivas en un entorno natural.
La incoherencia en la gestión de Tablada pone de manifiesto la necesidad de una planificación urbana basada en criterios científicos y en la participación ciudadana. Es fundamental tomar decisiones responsables que garanticen la protección del medio ambiente y la seguridad de las personas.
La Dehesa de Tablada, un ecosistema en peligro
Desde principios del siglo XXI, diversos estudios han puesto de manifiesto la fragilidad de este ecosistema y los riesgos asociados a cualquier intervención que altere su dinámica natural. El primer estudio, realizado en 2001, ya señalaba la importancia de respetar la inundabilidad de Tablada y advertía sobre las consecuencias negativas de construir diques para evitar las inundaciones. Estos diques, además de ser contrarios a la normativa vigente, podrían agravar los problemas de inundación en otras zonas cercanas, como el Aljarafe.
La cartografía de zonas inundables elaborada por el Sistema Nacional de Cartografía confirma sin lugar a dudas la alta vulnerabilidad de Tablada ante las inundaciones. A pesar de estas evidencias, la presión urbanística sigue siendo una amenaza constante para este espacio natural. Los científicos coinciden en señalar en que la dehesa de Tablada debe mantenerse como una zona inundable, ya que esta característica le confiere una gran resiliencia y capacidad para amortiguar las crecidas del río Guadalquivir. La construcción de infraestructuras rígidas, como diques, podría aumentar el riesgo de inundaciones en otras zonas y poner en peligro la biodiversidad de este ecosistema.
La revisión de la Evaluación preliminar del riesgo de inundación (EPRI) representa una oportunidad para reforzar la protección de Tablada y otros espacios naturales vulnerables. Es fundamental que esta revisión se realice con criterios más rigurosos y que tenga en cuenta los efectos del cambio climático, que están aumentando la frecuencia e intensidad de fenómenos extremos como las inundaciones.
La preservación de la dehesa de Tablada no solo es una cuestión ambiental, sino también social y económica. Este espacio natural tiene un gran potencial para convertirse en un pulmón verde para la ciudad de Sevilla y en un lugar de ocio para los sevillanos.