Montón de basura acumulado junto a unos edificios en el Polígono Sur.
Basura acumulada en el Polígono Sur.

La basura se acumula en plena ola de calor en el Polígono Sur, el barrio más vulnerable de Sevilla

Vecinos y oposición denuncian falta de limpieza en Martínez Montañés

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La acumulación de basura en las calles del Polígono Sur, uno de los barrios más desfavorecidos de Sevilla y con la renta más baja de España, ha vuelto a situar a la zona en el centro del debate político y social.

En plena ola de calor, con temperaturas extremas, los desperdicios se amontonan en las aceras y espacios comunes de barriadas como Martínez Montañés, donde las quejas de los vecinos se han intensificado durante los últimos diez días.

El detonante de la polémica ha sido la denuncia pública del PSOE de Sevilla, que difundió imágenes en las que se observan bolsas de basura y restos orgánicos acumulados en plena vía pública.

Según la formación, el servicio municipal de recogida, gestionado por Lipasam, no ha pasado en ese tiempo por determinadas zonas del Polígono Sur, lo que estaría generando “una situación de insalubridad” que afecta directamente a los residentes.

El portavoz socialista, Antonio Muñoz, responsabilizó directamente al alcalde José Luis Sanz, acusándole de “abandonar a los barrios más vulnerables de la ciudad”. En un video difundido en redes sociales, Muñoz afirmó que “las altas temperaturas han descompuesto los residuos y favorecido la proliferación de ratas”, describiendo una situación que, según subrayó, pone en riesgo la salud de los vecinos.

La versión del Ayuntamiento de Sevilla contra la suciedad

Desde el gobierno municipal se rechaza la acusación de dejadez y se asegura que el dispositivo de limpieza está en funcionamiento. Fuentes del Ayuntamiento sostienen que en la zona trabajan a diario 24 operarios encargados de tareas de limpieza viaria y recogida de residuos, reforzados con la presencia de la Policía Local cuando es necesario.

Como respuesta a la denuncia socialista, el Consistorio difundió también imágenes en las que se muestra a trabajadores de Lipasam retirando basuras y realizando labores de limpieza en distintas calles del Polígono Sur durante la jornada del 21 de agosto.

La administración local insiste en que el servicio no ha sido interrumpido y que se han mantenido los refuerzos de tipo especial durante todo el verano.

Este cruce de versiones refleja una realidad compleja en un barrio donde la percepción ciudadana sobre los servicios públicos suele estar marcada por las dificultades sociales y estructurales que padece la zona.

Martínez Montañés, en particular, se encuentra dentro de un plan de rehabilitación impulsado por distintas administraciones, aunque vecinos y asociaciones llevan tiempo reclamando medidas más urgentes en materia de limpieza, seguridad y mantenimiento.

Lo que puede pasar cuando se acumula la basura

Más allá de la disputa política, los efectos de la acumulación de basura en plena ola de calor son evidentes y preocupan a expertos en salud pública. Cuando los residuos orgánicos permanecen sin recoger durante varios días, especialmente en condiciones de altas temperaturas, comienzan a descomponerse y generan lixiviados y olores desagradables que afectan a la calidad del aire.

Uno de los riesgos más inmediatos es la aparición de plagas urbanas. Las ratas, cucarachas y moscas encuentran en estos residuos un foco de alimento y reproducción. Su proliferación sube la posibilidad de transmisión de enfermedades como la salmonelosis, la leptospirosis o infecciones gastrointestinales que afectan con mayor facilidad a colectivos vulnerables como niños y ancianos.

Además, la basura acumulada en la vía pública atrae a animales callejeros y genera un problema añadido de seguridad e higiene. Los restos cortantes o voluminosos pueden obstruir el paso, dificultar la movilidad en calles estrechas y convertirse en un foco de tensión social en barrios ya marcados por la precariedad.

La combinación de calor extremo y residuos en descomposición acelera también la producción de gases y microorganismos que deterioran el entorno urbano. Esto tiene un impacto en la salud y también en la imagen de un barrio que lucha por sacudirse el estigma de la marginalidad.

El Polígono Sur acumula décadas de abandono y promesas incumplidas en materia de infraestructuras y servicios. Aunque las instituciones mantienen abierto un plan de rehabilitación, la gestión de la limpieza se ha convertido en un símbolo de la desigualdad en el acceso a servicios básicos entre barrios de Sevilla.

Mientras el Ayuntamiento defiende que mantiene un dispositivo regular, la percepción vecinal y las denuncias de la oposición reflejan otra realidad: la de calles en las que la basura se convierte en un recordatorio diario de la brecha social.