Agentes de la Policía Nacional en el barrio de las Tres Mil Viviendas.
Afectivos de la Policía Nacional en las Tres Mil Viviendas.

Intervenidas armas de guerra en una gran operación policial en las Tres Mil Viviendas

Intervenidas varias armas de fuego en una operación policial en las Tres Mil Viviendas

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La Policía Nacional llevó a cabo este domingo una amplia intervención en las Tres Mil Viviendas, donde localizó varias armas de fuego en distintos registros realizados en puntos señalados del barrio.

Según fuentes consultadas, entre el material incautado figuran armas cortas y largas, además de un fusil de asalto AK-47, un arma de guerra cuyo uso ya se había detectado en anteriores episodios violentos en la zona.

La operación se saldó con varias detenciones y con la incautación adicional de marihuana, heroína y cocaína, lo que refuerza la hipótesis policial de una actividad delictiva estable en la zona.

Las investigaciones se centran ahora en determinar si estas armas están vinculadas a los últimos tiroteos ocurridos en el Polígono Sur, una sucesión de incidentes que mantiene en alerta a los vecinos.

Uno de ellos se produjo el pasado 7 de noviembre, cuando el sacerdote de la parroquia de Jesús Obrero, Sergio Codera, denunció en redes sociales nuevos disparos en el entorno del templo. Aunque aquel episodio no dejó heridos, las tensiones continuaron en las semanas siguientes, con al menos dos enfrentamientos más.

El 25 de noviembre se produjo un fuego cruzado entre dos familias en el entorno de las calles Libro del buen amor y Basilisco, una zona donde en los últimos meses se han repetido los conflictos relacionados con ajustes de cuentas.

El incidente más reciente tuvo lugar este pasado viernes, en torno a las cinco de la tarde, en la zona conocida como Los Colorados, dentro de la barriada de Murillo. Fuentes policiales explican que todo comenzó como una pelea entre miembros de una misma familia que terminó derivando en un intercambio de disparos.

Dos personas resultaron heridas y tuvieron que ser trasladadas en ambulancia tras la llegada de los servicios sanitarios.

La gravedad del último episodio aceleró la respuesta policial. Durante la jornada del domingo, numerosos agentes desplegaron un operativo en las inmediaciones de Luis Ortiz Muñoz y Tío Mariano Vizarraga, donde se efectuaron varios registros relacionados con los implicados en los tiroteos.

Entre los detenidos, dos han ingresado ya en prisión provisional. La Policía vincula a los arrestados con el clan de los Mariano, uno de los grupos familiares con mayor peso en el entramado criminal del barrio.

Un barrio marcado por la delincuencia y la presencia de armas de guerra

El Polígono Sur arrastra desde hace décadas graves problemas de delincuencia, exclusión social y tráfico de drogas, una combinación que ha favorecido la proliferación de armas de fuego en manos de distintos clanes.

No es la primera vez que los agentes se topan con fusiles de asalto o armamento propio de contextos militares; en anteriores operaciones ya se habían requisado rifles automáticos, escopetas modificadas y pistolas con numeración borrada.

La presencia de estos arsenales ilegales convierte cualquier disputa vecinal o conflicto familiar en un episodio de alto riesgo. Las fuerzas de seguridad han advertido en varias ocasiones de la profesionalización de algunos grupos delictivos, capaces de abastecerse de armas de alto calibre que circulan en mercados clandestinos.

Estas dinámicas, unidas al tráfico de estupefacientes, generan una espiral de violencia difícil de contener y que mantiene bajo presión a los cuerpos policiales.

Además del armamento, la actividad relacionada con la producción y venta de drogas continúa siendo uno de los focos más relevantes de la criminalidad en la zona.

La incautación de distintas sustancias en la última operación refuerza la tesis de que los grupos implicados en los tiroteos no solo mantienen disputas internas, sino que también controlan redes de distribución que alimentan parte del narcotráfico local.

La operación desarrollada este domingo se enmarca en una estrategia más amplia para frenar la escalada de violencia registrada en el último mes. Los agentes continúan analizando las armas incautadas y las vainas recogidas en los distintos escenarios para determinar si coinciden con los disparos efectuados en los tiroteos recientes.

Aunque la investigación sigue abierta, las autoridades consideran esencial cortar la circulación de armamento pesado para evitar que nuevos conflictos deriven en tragedias mayores.