Un nuevo radar fijo ha generado revuelo entre los conductores que circulan por la A-49 en dirección a Huelva. Ubicado estratégicamente en la salida de Sevilla, a la altura de Camas y justo antes del desvío a Coca de la Piñera, este dispositivo ha sido instalado de forma discreta entre la vegetación, sorprendiendo a numerosos automovilistas.
La falta de señalización previa ha sido el principal motivo de queja por parte de los usuarios de la vía. La Dirección General de Tráfico (DGT) establece una normativa clara que obliga a indicar la presencia de radares fijos a través de la correspondiente señalización vial. Sin embargo, en este caso concreto, la ausencia de estas señales ha generado una gran incertidumbre entre los conductores sobre el momento en que el radar entró en funcionamiento y si las infracciones cometidas hasta la fecha serán consideradas válidas.
La noticia se ha viralizado rápidamente en redes sociales, donde numerosos usuarios han mostrado su descontento con esta situación. Muchos conductores han expresado su preocupación por la falta de transparencia y por el posible afán recaudatorio detrás de esta instalación.
La DGT debe, de manera oficial, informar de la situación de este nuevo radar, sobre la fecha exacta de su puesta en funcionamiento y si se han registrado infracciones con anterioridad a la colocación de la señalización correspondiente. Además, es fundamental que se garantice que todos los radares fijos cumplan con la normativa vigente y que se informen debidamente a los conductores sobre su ubicación y funcionamiento, que es lo que piden los usuarios, los conductores.
Un nuevo radar «pone multas»
Este nuevo dispositivo de control de velocidad se suma a otros ya existentes en la misma vía, convirtiendo a la A-49 en una de las carreteras más vigiladas de la provincia de Sevilla. La elección de este punto no es casual, ya que se trata de un tramo con un histórico de siniestralidad elevado. De hecho, desde el inicio de la autovía hasta la entrada a Camas, se considera una zona de especial atención por el elevado número de accidentes registrados. Además, en el kilometraje comprendido entre los puntos 15,9 y 16,9, a la altura de la salida hacia Benacazón, Sanlúcar la Mayor y Aznalcázar, se concentra otro tramo con una alta incidencia de siniestros.
El nuevo radar, que establece un límite de velocidad de 90 km/h, se une al ya conocido radar de la Cuesta del Caracol, ubicado en sentido descendente de la vía. Este último dispositivo, con un límite de 60 km/h, es uno de los que más sanciones impone a nivel nacional, con una media de 120 multas diarias.
La proliferación de radares en la A-49 responde a la necesidad de reducir la siniestralidad en esta vía y concienciar a los conductores sobre la importancia de respetar los límites de velocidad. No obstante, la instalación de nuevos dispositivos de control suele generar cierta polémica, especialmente cuando se produce de manera sorpresiva y sin una adecuada señalización previa.
