
Indignación en Benacazón, el cura que negó a una joven con síndrome de Down ser madrina de un bautismo
«No está capacitada», el polémico motivo del cura de Benacazón para rechazar a una madrina con síndrome de Down

La localidad sevillana de Benacazón se ha visto envuelta en una fuerte polémica tras la decisión del párroco José Antonio Morón de negar a Noelia Vega, una joven de 18 años con síndrome de Down, la posibilidad de ser madrina de bautismo.
El sacerdote consideró que la joven “no está capacitada” para ejercer esa función tras someterla a una breve entrevista, lo que ha provocado un aluvión de críticas y una movilización vecinal sin precedentes en el municipio.
Más de 3.000 firmas se han recogido en apenas cuatro días para pedir la destitución del cura, acusado de “discriminación”. La campaña se desarrolla tanto de manera presencial como a través de la plataforma Change.org, y sus promotores prevén entregar las rúbricas al Arzobispado de Sevilla la próxima semana.
El padre de Noelia, Gori Vega, ha sido una de las voces más firmes en la denuncia pública de lo ocurrido. Según relata, fue el propio párroco quien convocó a su hija y a sus sobrinos —los padres del niño que iba a ser bautizado— a una entrevista previa al sacramento.
“Nunca antes había entrevistado a los padrinos. Ya eso me pareció un trato desigual”, dice Noelia Vega. Durante la conversación, el sacerdote planteó a Noelia tres preguntas sobre el significado y la liturgia del bautismo. Al no responder correctamente a dos de ellas, concluyó que la joven “no era apta”.
El padre defiende que la valoración del cura fue “subjetiva y carente de fundamento”. “Mi hija tiene dificultades de lenguaje, no de comprensión. Si no puede expresarse con claridad, eso no significa que no entienda su fe. Según ese criterio, una persona muda tampoco podría ser madrina”, ha denunciado.
Cura reincidente y rechazo
La situación ha causado gran malestar entre los vecinos de Benacazón, que aseguran que no es la primera vez que el párroco protagoniza episodios de este tipo. “Llueve sobre mojado”, señalan varios feligreses, que recuerdan casos anteriores de rechazo hacia familias “no tradicionales” o personas con distinta orientación sexual.
“Hay un descontento generalizado. La gente está cansada y muchas familias ya celebran los sacramentos en pueblos cercanos”, asegura Vega.
En redes sociales, la historia se ha viralizado, generando un intenso debate sobre los límites de la inclusión dentro de la Iglesia. Numerosos mensajes de apoyo hacia Noelia subrayan que “todos somos iguales ante Dios”, mientras otros reclaman que se revise la formación de los sacerdotes en materia de diversidad y discapacidad.
Desde el Arzobispado de Sevilla, se ha confirmado que el caso está siendo analizado conforme al derecho canónico y a la “Instrucción sobre la iniciación cristiana” vigente en la diócesis.
Este documento establece los requisitos que deben cumplir padrinos y madrinas: tener al menos 16 años, haber recibido los tres sacramentos —bautismo, eucaristía y confirmación—, llevar una vida coherente con la fe y poseer “capacidad para desempeñar la misión”.
Noelia cumple todos los puntos salvo el que alude a esa supuesta “capacidad”, motivo por el que el párroco fundamentó su negativa.
Fuentes eclesiales recalcan, sin embargo, que la Iglesia de Sevilla no discrimina a las personas con discapacidad, recordando que en su propia estructura hay empleados con síndrome de Down. En este sentido, la Archidiócesis considera que se trata de una interpretación particular del sacerdote, no de una norma general.
“Se está revisando la aplicación concreta de la instrucción para evitar malentendidos y posibles injusticias”, han indicado.
Mientras tanto, la familia de Noelia continúa recibiendo muestras de apoyo de toda la provincia. “Esto no va solo de mi hija, sino de todas las personas que merecen ser tratadas con dignidad”, afirma su padre, emocionado. En Benacazón, el tema ha trascendido el ámbito religioso y se ha convertido en un símbolo local de lucha contra la discriminación.

