. La juez de Instrucción número 12 de Sevilla ha impuesto medidas cautelares a los 25 ultras del Sevilla detenidos el pasado lunes por la pelea tumultuaria que tuvo lugar en Pamplona en septiembre pasado.
Medida «necesaria y proporcionada»
La Fiscalía de Sevilla considera que es «necesaria y proporcionada» con el objeto de impedir una escalada en la violencia entre seguidores radicales de equipos de fútbol.
Operación «Malika»
Los ultras detenidos en una operación policial denominada «Malika» que se desarrolló en Sevilla, Pamplona y Málaga. En el transcurso de la misma, se practicaron 25 detenciones en Sevilla, nueve en Pamplona y dos en Málaga.
Hay nueve ultras que fueron detenidos en los aeropuertos de Sevilla y Málaga cuando se disponían a desplazarse a la ciudad francesa de Lens para asistir al partido correspondiente a la sexta jornada de la Champions League entre el Lens y el Sevilla.
Diferencias hinchas radicales
Los arrestos se produjeron más de dos meses después de que se produjera aquella riña multitudinaria entre los aficionados radicales Indar Gorri (Fuerza Roja) y Biris Norte. La reyerta tuvo lugar el sábado 23 de septiembre poco antes de que comenzara el encuentro entre el Osasuna y el Sevilla.
En aquel momento se procedió a la detención de dos hombres como presuntos autores de un delito de tenencia de aparatos explosivos, inflamables o incendiarios en el transcurso de los enfrentamientos entre aficionados de Osasuna y Sevilla en Pamplona.
Rápida acción policial
Se identificaron ambos en un vehículo que portaba material pirotécnico, palos y sobre todo un aparato explosivo de fabricación casera. Era un aerosol con un petardo adosado para que produzca una gran explosión que puede causar importantes daños e incluso graves lesiones a las personas.
Se encontraron además otros dos aparatos similares, uno ya explosionado, como el que portaban los dos detenidos, en las proximidades de la Avenida Zaragoza.
Control e identificación
La Policía Nacional indicaba que los altercados de controlaron y que los agentes pudieron identificar a un grupo de unas 70 personas procedentes de Sevilla.
Una vez restablecida la normalidad, la Policía acompañó fuera de Pamplona a dicho grupo. Se les retiró las entradas que portaban para ver el partido en El Sadar.