
Huelga médica en Andalucía, cuatro días críticos en plena ola de virus respiratorios
El SAS activa servicios mínimos ante una huelga que paraliza miles de consultas

El Servicio Andaluz de Salud (SAS) afronta desde este martes un periodo de máxima tensión asistencial con el inicio de cuatro jornadas consecutivas de huelga convocadas por el Sindicato Médico Andaluz (SMA).
La protesta coincide con un aumento significativo de los virus respiratorios en la comunidad y con la recomendación de la Junta de Andalucía de usar mascarilla en centros sanitarios y residencias hasta el 8 de enero, una medida que podría prorrogarse si la presión asistencial continúa en ascenso.
Los paros, que se extenderán hasta el viernes, responden al rechazo del colectivo al borrador del nuevo Estatuto Marco elaborado por el Ministerio de Sanidad. El documento, según denuncian los facultativos, no recoge las particularidades de la profesión médica ni ofrece garantías sobre estabilidad laboral, carrera profesional o conciliación.
El presidente del SMA, Rafael Ojeda, afirma que los médicos llevan años soportando “condiciones intolerables y precarias”, y considera que la propuesta ministerial no contribuye a mejorar el sistema ni a retener talento.
Servicios mínimos equivalentes a festivos
Para limitar el impacto de la huelga, el SAS ha establecido servicios mínimos similares a los de un día festivo en Atención Primaria y hospitales. Esto implica garantizar el 100% de la atención urgente, los cuidados críticos, los partos y todas las pruebas diagnósticas que habitualmente se realizan en domingo. La intención es asegurar la continuidad asistencial en los casos que no admiten demora.
En los centros de salud con Servicio de Urgencias de Atención Primaria (SUAP), no se activarán refuerzos adicionales, ya que la actividad urgente queda cubierta de manera habitual en días festivos. En aquellos sin SUAP, la administración ha designado un médico por turno para la atención de urgencias durante el horario ordinario.
En los hospitales, los servicios mínimos se ajustarán a la plantilla de un fin de semana, con la posibilidad de incrementos de hasta el 50% dependiendo del número de médicos internos residentes disponibles. Los servicios con menos de tres MIR no recibirán refuerzos.
Otros recursos esenciales también sufrirán ajustes: el 061 mantendrá un 90% de su actividad, mientras que Salud Responde operará con el 75% de su plantilla.
Repercusión en consultas y pruebas no urgentes
La principal consecuencia de estos paros será la alteración significativa de la actividad no urgente. Consultas programadas, revisiones, seguimientos y pruebas diagnósticas podrían verse aplazadas, lo que incrementará unas listas de espera ya tensionadas por la alta demanda invernal.
La situación es especialmente evidente en Sevilla, donde los centros de salud han comenzado a reorganizar sus agendas ante los paros previstos entre el 9 y el 12 de diciembre.
Algunos centros han comunicado a los usuarios la imposibilidad de programar citas durante esas fechas, mientras que otros mantienen las agendas abiertas a la espera de ajustes cuando entren en vigor los servicios mínimos.
Los médicos sevillanos alertan de una sobrecarga asistencial que consideran insostenible. Muchos aseguran que las jornadas se prolongan más allá de lo razonable y que se atienden volúmenes de pacientes muy superiores a los recomendados. La implantación de modelos como la consulta de acogida de enfermería tampoco ha resuelto la presión en los centros, según denuncian.
Un conflicto político y profesional
El consejero de Sanidad, Antonio Sanz, ha exigido al Gobierno central la retirada inmediata del borrador del Estatuto Marco, al que califica de “inviable, improvisado e ideologizado”.
Sanz sostiene que el documento no incorpora memoria técnica ni económica y que plantea cambios estructurales sin definir su alcance. Asegura además que el texto “nace sin diálogo real” con las comunidades autónomas ni con los profesionales.
El SMA, por su parte, rechaza los servicios mínimos fijados por el SAS, que considera “excesivos” y contrarios al ejercicio efectivo del derecho a huelga. El sindicato advierte de que tomará medidas si entiende que se está limitando su capacidad de movilización.
Mientras tanto, los pacientes afrontan varios días de incertidumbre y una reducción drástica de la actividad ordinaria. Las concentraciones previstas para el 11 de diciembre en las capitales de provincia marcarán un nuevo punto de presión en un conflicto que, por el momento, no vislumbra una solución inmediata.

