El Ministerio de Hacienda implementará un nuevo real decreto con el objetivo de incrementar la transparencia en las operaciones financieras realizadas con tarjetas bancarias. La medida, que podría entrar en vigor en 2025, establece que las entidades financieras estarán obligadas a informar sobre los movimientos de tarjetas que superen los 25.000 euros anuales en compras o retiradas de efectivo.
Requisitos para las entidades financieras
Las instituciones emisoras de tarjetas, ya sean de crédito, débito o prepago, deberán presentar un informe detallado con información como el nombre del titular, ya sea un particular o una empresa, y un desglose de los cargos realizados, incluyendo el importe total y el número de operaciones.
Este informe deberá abarcar exclusivamente aquellas tarjetas cuyo volumen de transacciones exceda el umbral establecido, garantizando que Hacienda pueda monitorear movimientos de alto valor y, a la vez, limitar la carga administrativa para el resto de los usuarios.
De aprobarse el decreto, las nuevas obligaciones se aplicarán a los movimientos realizados a partir del ejercicio fiscal de 2025. Esto implicará que las entidades financieras deberán adaptar sus sistemas internos para recopilar y reportar la información exigida por el Gobierno, un desafío operativo que podría traducirse en ajustes tecnológicos y organizativos.
Objetivo: combatir el fraude y el blanqueo de capitales
La intención del Ministerio es reforzar los mecanismos contra el fraude fiscal y el lavado de dinero, áreas donde las tarjetas bancarias han sido identificadas como posibles puntos vulnerables. Al exigir un reporte detallado de las transacciones más significativas, Hacienda espera obtener mayor visibilidad sobre el flujo de capitales.
Para la mayoría de los consumidores, que no alcanzan el umbral de 25.000 euros anuales, el cambio no supondrá modificaciones significativas en el uso cotidiano de sus tarjetas. Sin embargo, quienes superen ese límite deberán ser conscientes de que sus datos serán comunicados a Hacienda.
En España, las tarjetas bancarias son un medio de pago extendido y versátil, utilizado tanto para compras como para retirar efectivo. Su amplia adopción las convierte en un elemento clave del sistema financiero, y este nuevo decreto busca asegurar que operen con los mayores estándares de transparencia y seguridad.
Este anuncio se enmarca en un esfuerzo más amplio del Gobierno por reforzar los controles financieros, a la vez que se evalúan otras medidas relacionadas con la regulación del sector y las ayudas a los consumidores.