La Guardia Civil ha logrado desmantelar una de las organizaciones criminales más activas dedicadas al tráfico de cocaína en el sur de España. La operación, desarrollada en varias fases a lo largo de más de un año, ha culminado con la detención de 17 personas y 15 registros en domicilios de Sevilla y Málaga.
La investigación se inició tras un importante hallazgo: la incautación de 7.000 kilos de cocaína y la detención de tres personas que fueron enviadas a prisión. Esta primera intervención permitió a los agentes descubrir parte de la estructura de la organización y establecer conexiones clave dentro de la red.
A partir de ahí, se desarrollaron dos fases más. En la segunda, se practicaron dos nuevas detenciones, mientras que en la última, centrada en desmantelar la cúpula de la red, se llevaron a cabo 13 registros simultáneos en distintas localidades sevillanas —como Dos Hermanas, Coria del Río, Los Palacios y Sevilla capital—, además de una intervención en Málaga. En esta etapa final fueron arrestadas 12 personas, de las cuales cuatro ingresaron en prisión, seis fueron puestas en libertad bajo fianza y dos quedaron en libertad con cargos.
Una estructura criminal altamente organizada en Sevilla y Málaga
Según fuentes de la investigación, la red criminal operaba con una estructura jerárquica muy definida, en la que cada miembro tenía un rol específico. Desde los contactos internacionales con proveedores de droga hasta la logística del transporte fluvial por el Guadalquivir, todo estaba cuidadosamente planificado. Para evitar ser descubiertos, los integrantes se movían exclusivamente durante la noche y utilizaban tecnología de vigilancia avanzada, como drones y visores nocturnos.
En la cúspide de la organización estaban dos hermanos que llevaban más de tres años en busca y captura. Finalmente, fueron localizados y arrestados en una vivienda en Málaga durante la última fase del operativo.
La red también se encargaba de mantener a las familias de los miembros encarcelados, asignando a ciertos integrantes funciones como el control de pagos y la recopilación de información sobre el avance de las investigaciones.
Armas, dinero y tecnología militar
Durante los registros domiciliarios, los agentes confiscaron 75.000 euros en efectivo, así como un importante arsenal: pistolas, fusiles de asalto, subfusiles, una escopeta robada, munición, armas blancas, armas simuladas y chalecos antibalas. También encontraron dispositivos tecnológicos como walkie-talkies, drones, equipos de comunicación encriptada y material de vigilancia nocturna.
Además, algunos de los detenidos estaban vinculados a otras actividades ilícitas, como el cultivo y tráfico de marihuana.
A los implicados se les imputan delitos por pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas. La operación ha sido liderada por la Policía Judicial de la Guardia Civil en Sevilla, en colaboración con el Centro Regional de Análisis e Inteligencia contra el Narcotráfico (CRAIN) y unidades especializadas como la UCO, GAR, GRS, el Servicio Cinológico, la USECIC, especialistas en explosivos y la Policía Local de Sevilla.
Este operativo representa uno de los mayores golpes recientes al narcotráfico en Andalucía, especialmente por la sofisticación de la red y el uso del río Guadalquivir como vía de entrada de grandes cantidades de cocaína al país.
