La Guardia Civil ha logrado asestar un duro golpe a las redes del narcotráfico que operan a lo largo del río Guadalquivir con la detención de Ginés Enrique G. R., de 45 años, uno de los narcotraficantes más buscados de Andalucía. Conocido como «el Patrón» o «el Gordo», Ginés fue detenido esta semana en un chalé de lujo en Rincón de la Victoria (Málaga), donde se refugiaba junto a su familia.
La detención se produjo en el marco de una operación de largo alcance, desarrollada por diferentes especialidades de la Guardia Civil -en breve se ampliarán los datos-, y se enmarca dentro de la investigación del histórico alijo de siete toneladas de cocaína incautadas en diciembre de 2024 en una finca de Coria del Río. Es la mayor cantidad de esta droga intervenida en Sevilla y una de las mayores a nivel nacional procedente de narcolanchas.
Junto a Ginés fueron arrestados su hermano Óscar —considerado su principal lugarteniente—, sus respectivas parejas y otros familiares, sumando un total de ocho detenidos iniciales. El juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Coria del Río decretó prisión provisional para Ginés, Óscar y un hijo de cada uno. Las mujeres de ambos y otros dos allegados quedaron en libertad bajo fianza de 10.000 euros, aunque pasaron la noche en prisión al no haber podido efectuar el pago a tiempo.
Durante los registros, se halló un arma de fuego en poder de Óscar, mientras que las investigaciones siguen abiertas y no se descartan más detenciones. De hecho, en las últimas horas se han producido al menos cuatro arrestos adicionales. Las autoridades mantienen el secreto de sumario.
Un ascenso desde las calles al crimen organizado a través del Guadalquivir
La trayectoria criminal de Ginés es conocida por los cuerpos de seguridad del Estado. Criado en el Polígono Norte de Sevilla, su actividad delictiva comenzó en el escalón más bajo, pero fue escalando hasta consolidar su control del tráfico de drogas por el Guadalquivir. En los últimos años ha sido objetivo recurrente de grandes operaciones policiales.
En 2022, en el marco de la operación Traboat-Gorblan, se desbarató una alianza suya con un poderoso narco gibraltareño para introducir hachís a través del río. Entonces se incautaron diez toneladas de esta droga, ocho narcolanchas, armas de fuego y una suma considerable de dinero en efectivo.
Ya en 2019, otra operación —bautizada como «Vegano»— reveló que su organización introducía hasta 50.000 kilos de hachís al año por el río Guadalquivir. En esa ocasión fue detenido en su domicilio de Coria del Río tras varios años en paradero desconocido.
El negocio de la droga y las rutas por el río
La reciente incautación de cocaína en Coria del Río marca un punto de inflexión en el narcotráfico en Andalucía. Tradicionalmente, el Guadalquivir era una ruta casi exclusiva para el hachís procedente del norte de África. Sin embargo, en el último año la presencia de cocaína se ha disparado, lo que ha transformado el panorama delictivo en la región.
Tras el hallazgo de las siete toneladas, se encontraron otros cargamentos importantes: casi tres toneladas más en una nave de La Puebla y más de nueve toneladas en el Caribe, en un buque donde viajaba un sevillano. En marzo, un narcosubmarino con más de seis toneladas fue interceptado entre Portugal y España. Las autoridades sospechan que todos estos cargamentos estaban destinados a entrar por el Guadalquivir, reforzando la hipótesis del papel clave que desempeñaba la red de Ginés.
Las fuentes policiales subrayan que Ginés mantenía una estructura poderosa y violenta. Controlaba el acceso al río y se había impuesto a otros clanes mediante enfrentamientos. Su organización, según los investigadores, era esencial para garantizar que los cargamentos llegaran a destino sin contratiempos, y contaba con infraestructura logística avanzada, desde embarcaciones para el transporte hasta otras dedicadas al suministro de combustible en alta mar, conocidas como “petaqueras”.
Ginés también ha protagonizado episodios de intimidación, como cuando se presentó en la prisión Sevilla-I para exigir explicaciones por una agresión a uno de sus allegados o cuando amenazó a un agente con un arma de fuego.