
Estalla la indignación en Andalucía, más de 56.000 personas salen a la calle por la sanidad pública
Sanidad pública andaluza en el punto de mira: 56.000 personas se manifiestan por el deterioro del sistema y el fallo masivo en el cribado de cáncer de mama

Miles de andaluces han salido este domingo a las calles de las ocho provincias para exigir una sanidad pública digna y denunciar el deterioro del sistema sanitario.
Convocados por Marea Blanca, UGT y CCOO, los manifestantes se agruparon bajo el lema “En defensa de nuestra Sanidad Pública”, una consigna que resonó con fuerza en ciudades como Málaga, Sevilla o Granada, donde se concentraron las mayores movilizaciones.
Según datos de la Delegación del Gobierno, basados en estimaciones de la Policía Nacional, unas 56.700 personas participaron en total: 20.000 en Málaga, 12.500 en Granada, más de 12.000 en Sevilla, 4.000 en Córdoba, 3.000 en Cádiz y Jaén, 1.200 en Huelva y 1.000 en Almería.
En la capital hispalense, se sumó además la asociación Amama, formada por mujeres afectadas por cáncer de mama.
Las protestas estuvieron marcadas por las duras críticas al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, a quien los asistentes exigieron la dimisión con gritos de “Moreno, escucha, el pueblo está en la lucha”.
También se sumaron representantes políticos como María Márquez (PSOE-A), José Ignacio García (Adelante Andalucía) y Toni Valero (IU), quienes denunciaron la “privatización encubierta” del sistema sanitario y los recientes errores en el cribado del cáncer de mama.
Aunque los sindicatos Satse y CSIF Andalucía no participaron por desacuerdos organizativos, sí compartieron la preocupación por el “delicado estado” de la sanidad pública.
Según el manifiesto de las organizaciones convocantes, el sistema atraviesa una “grave crisis planificada”, visible en “escándalos como los fallos en el programa de detección precoz del cáncer de mama”, que ha afectado a miles de mujeres y destapado una profunda desconfianza en el Servicio Andaluz de Salud (SAS).
El fallo masivo en el cribado del cáncer de mama, el detonante de la crisis sanitaria
El escándalo sanitario estalló tras descubrirse que unas 2.000 mujeres con mamografías “no concluyentes” no habían sido informadas ni citadas para revisión.
El Hospital Virgen del Rocío de Sevilla concentra el 90% de los casos, lo que ha provocado la dimisión de responsables médicos y la destitución de la consejera de Salud, Rocío Hernández.
El Gobierno andaluz ha respondido con un “plan de choque” de 12 millones de euros, que incluye nuevas pruebas diagnósticas antes del 30 de noviembre y una reducción del plazo máximo de revisión de un año a seis meses.
También se prevé la contratación de 705 nuevos profesionales sanitarios y una inversión total de 101 millones para reforzar los programas de cribado de cáncer de mama, colon y cuello de útero.
El cribado de cáncer de mama en Andalucía se dirige a mujeres de entre 49 y 71 años, que reciben una citación para mamografías cada dos años. El programa ha crecido en los últimos años, pasando de 440.000 citas en 2022 a 848.000 en 2025, pero el aumento de actividad ha evidenciado carencias estructurales y fallos de comunicación.
El SAS reconoce un déficit en la notificación de resultados “no concluyentes”, aunque niega que haya existido desatención médica. Sin embargo, asociaciones como Amama aseguran que algunas pacientes nunca fueron informadas de lesiones sospechosas y solo conocieron su diagnóstico tras desarrollar tumores.
La situación ha llevado a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía a investigar posibles delitos de encubrimiento y manipulación de historiales médicos, después de que varias mujeres denunciaran la desaparición de informes en la plataforma digital Clic Salud.
El SAS ha atribuido estos fallos a una “saturación del sistema informático”, asegurando que los expedientes fueron restablecidos horas después.
Mientras tanto, el Defensor del Pueblo Andaluz ha iniciado una investigación de oficio para esclarecer las “graves disfunciones” detectadas.
Una crisis que trasciende lo sanitario en Andalucía
El episodio ha reabierto el debate sobre la gestión sanitaria en Andalucía, donde sindicatos, pacientes y partidos de la oposición denuncian un proceso de externalización de servicios que amenaza el carácter público del sistema.
Para las asociaciones convocantes, la crisis del cribado es “solo la punta del iceberg” de un modelo sanitario “cada vez más fragmentado”, con demoras en atención primaria, listas de espera crecientes y una fuga de profesionales hacia otras comunidades o el sector privado.
Desde el Gobierno andaluz, Juanma Moreno insiste en que el Ejecutivo está actuando con “transparencia y responsabilidad”, reforzando la plantilla y mejorando la comunicación con las pacientes. Sin embargo, la ciudadanía sigue exigiendo respuestas y garantías.
La movilización de este domingo evidencia que el descontento social va más allá de un error técnico. Es el reflejo de una sanidad pública tensionada, que busca recuperar la confianza perdida y demostrar que, en Andalucía, la salud de sus ciudadanos sigue siendo un derecho y no un privilegio.

