Una patrullera del Servicio Marítimo de la Guardia Civil protagonizó este lunes una persecución a alta velocidad tras una narcolancha que navegaba por el Guadalquivir a la altura de Coria del Río. El incidente, que fue captado en vídeo por varias personas desde el paseo fluvial de la localidad, dejó imágenes impactantes que no tardaron en difundirse a través de redes sociales.
Según han confirmado fuentes de la propia Guardia Civil, la patrullera implicada pertenece a la comandancia marítima de Cádiz. Durante la persecución, los tripulantes de la narcolancha arrojaron al agua varios bidones de combustible, una práctica habitual en este tipo de embarcaciones dedicadas al petaqueo, es decir, al suministro de gasolina y provisiones a otras lanchas utilizadas para el transporte de droga.
Por el momento, no se ha informado de detenciones, aunque se ha abierto una investigación para esclarecer lo sucedido y determinar la procedencia y el destino de la embarcación.
Aumento de la presencia de narcolanchas
Los Reyes Magos llegan a Coria del Río… pic.twitter.com/RlJEq7Buuo
— Jose Manuel Soto (@JOSEMANUELSOTO1) March 4, 2025
El aumento de la presencia de estas lanchas rápidas en el Guadalquivir es motivo de creciente preocupación entre los vecinos de la ribera y las autoridades locales. No es un fenómeno nuevo: el pasado mes de enero se registró la llegada de varias narcolanchas hasta el corazón de Sevilla, generando un importante revuelo. En esa ocasión, hasta siete embarcaciones remontaron el río a plena luz del día, ante la mirada atónita de quienes transitaban por la isla de la Cartuja.
El alcalde de Coria del Río, Modesto González, ha denunciado en reiteradas ocasiones que el tráfico de estas embarcaciones por el municipio es constante. El regidor ha pedido un refuerzo de la vigilancia en la desembocadura del río y ha insistido en la necesidad de aplicar medidas tecnológicas o físicas que impidan el acceso de las narcolanchas al Guadalquivir.
El paso de estas embarcaciones, que antes se limitaban al tráfico de hachís procedente del norte de África, ahora se ha diversificado. Cada vez es más frecuente que el Guadalquivir sea utilizado también para introducir cargamentos de cocaína desde Latinoamérica, gestionados por redes criminales fuertemente armadas, que colaboran con clanes locales asentados en la zona.
Mientras el Ministerio del Interior defiende que el incremento de estas persecuciones responde a una mayor presión policial, las asociaciones de la Guardia Civil reclaman medios adicionales. Entre sus demandas destacan la creación de una unidad marítima permanente en Sevilla, la dotación de armamento largo para las patrullas y la reactivación del OCON Sur, una unidad de élite que fue clave en la lucha contra el narcotráfico y cuya disolución en 2022 sigue generando críticas dentro del propio cuerpo.