Las autoridades confirmaron el trágico hallazgo del cuerpo sin vida de Miguel G. S., de 84 años, en un camino de las llamadas «Bases Americanas», en el entorno Parque del Tamarguillo, ubicado en la zona Este de Sevilla. La víctima, quien llevaba desaparecido desde el pasado 18 de noviembre, era residente de una residencia de ancianos en el barrio de Alcosa y había sido objeto de una intensa búsqueda por parte de las fuerzas de seguridad y voluntarios desde su desaparición.
Según las primeras investigaciones llevadas a cabo por la Policía Nacional, todo apunta a que la muerte de Miguel G. S. se produjo por causas naturales, descartándose, de momento, la intervención de terceras personas. Sin embargo, se espera el resultado de la autopsia para determinar con precisión las causas del fallecimiento.
La desaparición del anciano había generado una gran alarma social, especialmente entre los vecinos de Alcosa, quienes se habían volcado en la búsqueda. La asociación SOS Desaparecidos había emitido una alerta a nivel nacional, describiendo a Miguel G. S. como un hombre de complexión delgada, con el cabello canoso y los ojos azules. En el momento de su desaparición, vestía un pantalón vaquero, un chaquetón negro y una gorra azul.
La triste noticia del fallecimiento de Miguel G. S. ha conmocionado a la comunidad de Sevilla, que se une al dolor de sus familiares y amigos en estos difíciles momentos.
Intensa búsqueda
Un intenso dispositivo de búsqueda organizado por el servicio municipal de Protección Civil se desplegó el pasado miércoles en el entorno del Parque del Tamarguillo, con el objetivo de localizar a Miguel G. S., el anciano de 84 años desaparecido desde dos días antes. Las labores de rastreo, que se concentraron en las inmediaciones del parque, culminaron trágicamente alrededor de las ocho de la tarde cuando dos personas, colaboradoras del dispositivo de búsqueda, encontraron el cuerpo sin vida del hombre cuando iban en bicicleta en la zona de las bases americanas.
El cadáver fue encontrado tendido en el suelo, inmediatamente, la zona fue acordonada por los agentes de la Policía Nacional, quienes iniciaron las primeras pesquisas para esclarecer las circunstancias de la muerte. Con el objetivo de preservar la escena del hallazgo y recabar todas las pruebas posibles, se solicitó la presencia de la comisión judicial y se procedió a activar el protocolo de inspección técnico ocular.
Una vez finalizadas las diligencias judiciales, el cuerpo del anciano será trasladado al Instituto de Medicina Legal de Sevilla, donde se le practicará la autopsia. Este examen forense será fundamental para determinar las causas exactas del fallecimiento y esclarecer si se trató de una muerte natural o si existen indicios de criminalidad.