Las estafas telefónicas e informáticas están viviendo un auge preocupante en Sevilla, según ha alertado esta semana la Policía Nacional. En los últimos meses, uno de los timos que más se ha extendido es el conocido como vishing, una modalidad de fraude que combina llamadas telefónicas con técnicas de ingeniería social y suplantación de identidad. Pero no es la única: la capital andaluza también ha registrado un incremento significativo de otros engaños, como las estafas por WhatsApp, los falsos técnicos informáticos o los fraudes relacionados con alquileres y ventas online.
Vishing: cuando los estafadores se cuelan en tu contrato telefónico
El vishing es una estafa basada en llamadas fraudulentas en las que los delincuentes se hacen pasar por empleados de conocidas operadoras telefónicas. El objetivo es ganarse la confianza de los clientes y hacerles creer que van a beneficiarse de una mejora en sus tarifas o de una atractiva oferta para adquirir nuevos terminales.
Lo que hace especialmente peligroso este fraude es que los estafadores manejan información personal sensible de las víctimas, como su nombre completo, el número de líneas contratadas o incluso el banco donde tienen domiciliados sus recibos. Con esos datos en la mano, resultan mucho más creíbles.
Una vez convencida la víctima, los delincuentes le envían un teléfono móvil, generalmente de alta gama. Sin embargo, al poco tiempo contactan de nuevo para informar de un supuesto error logístico y solicitan la devolución del dispositivo. Para recogerlo, envían a un mensajero que, en realidad, trabaja al servicio de la red criminal. El cliente se queda sin móvil, pero con la deuda generada por ese terminal de lujo.
La Policía subraya que la mejor forma de evitar este fraude es desconfiar de cualquier llamada no solicitada, comprobar directamente con la operadora la veracidad de las ofertas y, ante la mínima duda, acudir personalmente a las oficinas oficiales.
Falsos mensajes de WhatsApp y el secuestro de cuentas
Otra estafa que ha crecido de forma alarmante en Sevilla es la del secuestro de cuentas de WhatsApp. En este caso, las víctimas reciben un mensaje de un contacto conocido que asegura haber enviado por error un código de verificación y pide que se lo reenvíen. Sin sospechar el engaño, el usuario facilita el código, lo que permite a los estafadores tomar el control de su cuenta.
Con el acceso a WhatsApp, los delincuentes pueden pedir dinero a otros contactos, suplantar la identidad de la víctima o utilizar la cuenta para extender nuevos fraudes. Esta técnica, conocida como hijacking, es especialmente peligrosa por la rapidez con la que se propaga.
El timo del falso técnico informático
En paralelo, las estafas relacionadas con el soporte técnico también han crecido en la capital hispalense. En este caso, la víctima recibe una llamada o un correo electrónico que simula proceder de una empresa de tecnología, como Microsoft o Apple. Los delincuentes aseguran haber detectado un virus o un fallo de seguridad en el dispositivo de la víctima, y le solicitan acceso remoto para solucionarlo.
Si el usuario cae en la trampa, los estafadores pueden robarle información sensible, como contraseñas bancarias o archivos personales. En algunos casos, incluso bloquean el ordenador y exigen un rescate económico para devolver el acceso al propietario.
Estafas inmobiliarias y compraventas falsas
Aprovechando el auge del alquiler turístico y la alta demanda de viviendas en Sevilla, han proliferado las estafas relacionadas con falsos anuncios de alquileres y ventas online. Los delincuentes publican ofertas irreales a precios muy atractivos y exigen el pago de una señal para reservar la vivienda. Una vez recibido el dinero, desaparecen sin dejar rastro.
Un esquema similar se observa en las plataformas de compraventa de segunda mano, donde se han detectado numerosos anuncios falsos de productos electrónicos, vehículos y objetos de valor. Los estafadores exigen un adelanto o el pago completo antes de enviar el producto, que nunca llega al comprador.
Recomendaciones de la Policía
Ante esta oleada de fraudes, la Policía Nacional insiste en la importancia de extremar las precauciones y aplicar siempre el sentido común. Entre las recomendaciones clave, destacan:
No facilitar nunca datos personales o bancarios por teléfono, correo o mensajes.
Desconfiar de ofertas demasiado atractivas o urgentes.
Comprobar directamente con la empresa o entidad implicada antes de aceptar cualquier propuesta.
Evitar realizar pagos por adelantado sin garantías fiables.
En caso de duda o sospecha, contactar con la Policía para informar y asesorarse.
Las autoridades recuerdan que las estafas evolucionan constantemente y que los delincuentes adaptan sus estrategias a las circunstancias sociales y tecnológicas de cada momento. Por eso, la prevención y la información son las mejores armas para protegerse.
