Las obras en Sevilla dificultan el tráfico, calle con vallas y señalización de obras.
Calle cortada por obras.

El Tranvibús avanza, pero los comercios retroceden: el nuevo conflicto en Sevilla debido a las obras

Comerciantes de José Laguillo denuncian el bloqueo de sus negocios por las obras del Tranvibús de Sevilla

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Las obras del Tranvibús en la avenida José Laguillo han transformado totalmente la vida comercial de esta vía sevillana. Desde hace más de dos semanas, los trabajos de ampliación de la plataforma reservada para el autobús eléctrico han generado cortes, zanjas y aceras levantadas que impiden el paso normal de peatones y vehículos.

Los comerciantes aseguran que la situación está afectando directamente a sus ingresos y que muchos clientes han dejado de acudir ante las dificultades para acceder a los locales.

En el tramo más próximo al ambulatorio de José Laguillo, donde se concentran varios establecimientos de proximidad, la actividad se ha desplomado. Peluquerías, ópticas, ortopedias y tiendas de perfumería han visto cómo la acera frente a sus negocios se ha convertido en una importante barrera física.

Algunos locales permanecen prácticamente vacíos durante todo el día, con el acceso bloqueado por montículos de tierra, maquinaria y vallados de obra.

Los comerciantes explican que el problema no se limita al ruido o al polvo habitual de una reforma urbana, sino al hecho de que la entrada a los negocios ha quedado anulada. La mayoría de los clientes se ven obligados a caminar por la calzada para llegar hasta la puerta, con el consiguiente riesgo por el tráfico.

Esta situación ha provocado una caída inmediata en las ventas y una sensación generalizada de impotencia entre los afectados, que temen no poder resistir si las obras se prolongan durante los próximos meses, como está previsto.

Los empresarios reclaman que el Ayuntamiento de Sevilla reconsidere el horario de los trabajos. Proponen que las obras se realicen por la tarde, cuando los establecimientos ya han cerrado, para reducir el impacto económico.

También piden la colocación de pasarelas provisionales que permitan el acceso a pie y una mejor señalización para garantizar la seguridad de los peatones.

Avance de las obras del Tranvibús en Sevilla

Desde el Área de Movilidad del Ayuntamiento, la respuesta ha sido tajante. La administración municipal asegura que los cortes registrados han sido “puntuales” y que no es posible modificar los horarios establecidos, puesto que ello implicaría un incremento importante del coste de la obra.

Igualmnente el Consistorio insiste en que los comerciantes fueron informados con antelación de los plazos, las zonas afectadas y las condiciones de ejecución, a través de una reunión celebrada semanas atrás.

Los afectados, sin embargo, aseguran que la realidad sobre el terreno es muy diferente a la que describen los técnicos municipales. Consideran que la planificación no ha tenido en cuenta la naturaleza de los negocios de la zona, muchos de ellos dependientes del tránsito peatonal y de la atención directa.

Indican que las obras no solo han reducido la visibilidad de los locales, sino que han generado un entorno de inseguridad y desorden que ahuyenta a los clientes.

La preocupación se extiende también entre los vecinos, que tienen dificultades para acceder al aparcamiento subterráneo y a los servicios sanitarios de la zona. En las horas de mayor actividad, la coexistencia de peatones, coches y maquinaria pesada se ha convertido en una escena habitual.

Las obras que se desarrollan actualmente en José Laguillo forman parte de la segunda fase del proyecto del Tranvibús, una línea de autobuses 100% eléctricos que conectará la estación de Santa Justa con la Plaza del Duque, dentro de los planes de movilidad sostenible del Ayuntamiento.

El tramo en ejecución comenzó a finales de septiembre en la Campana y, según el calendario municipal, los trabajos se prolongarán al menos tres meses más.

Mientras el proyecto avanza, los comerciantes de José Laguillo temen que el coste económico y social de esta transformación sea demasiado alto.

Muchos de ellos reconocen que el transporte sostenible es una necesidad para la ciudad, pero reclaman empatía y medidas de apoyo mientras dura la obra. “No estamos en contra del Tranvibús”, aseguran, “solo pedimos poder seguir trabajando”.