El ‘supersábado’ de Sevilla evidencia la falta de Policía Local en eventos multitudinarios, el Ayuntamiento y el Gobierno cruzan reproches

La consecuencia fue un colapso en la movilidad tras los conciertos y una sensación generalizada de desprotección entre los asistente

Actualizado:
Patrulleros de la Policía Local sevillana.
Coche patrulla de la Policía Local de Sevilla.

El pasado sábado 17 de mayo, Sevilla vivió uno de los días más intensos del año, un auténtico ‘supersábado’ marcado por la celebración simultánea de dos macroeventos musicales: el concierto de Manuel Carrasco en el Estadio de La Cartuja, con más de 70.000 asistentes, y el festival Interestelar en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, que congregó a miles de personas. Sin embargo, la nota dominante no fue el éxito artístico ni la respuesta del público, sino la alarmante ausencia de Policía Local en ambos encuentros, una situación que ha generado fuertes críticas y abierto un debate sobre la seguridad en la capital andaluza.

Los recortes de tráfico en los alrededores del estadio tuvieron que ser gestionados por voluntarios de Protección Civil y personal de seguridad privada, ante la falta de efectivos policiales municipales. El Ayuntamiento de Sevilla había dispuesto tan solo 20 agentes de la Policía Local para toda la ciudad durante esa franja horaria, la mayoría de ellos concentrados en tareas de control de tráfico para procesiones y cruces de mayo.

La consecuencia fue un colapso en la movilidad tras los conciertos y una sensación generalizada de desprotección entre los asistentes. Sindicatos policiales y fuentes vecinales alertaron de que no había presencia policial visible en puntos clave ni dispositivos de respuesta rápida ante posibles incidentes.

Un cruce de reproches institucionales

El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz (PP), ha señalado esta situación como prueba de la “urgente necesidad” de reforzar las plantillas tanto de la Policía Local como de la Policía Nacional. Ha solicitado formalmente una reunión con el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, para abordar lo que considera un “déficit estructural de agentes” en la ciudad, agravado por la proliferación de carreras ilegales, especialmente en el barrio de las Tres Mil Viviendas.

Sanz ha defendido la necesidad de establecer más controles, aumentar la presencia en la calle y ofrecer mejores condiciones para cubrir servicios extraordinarios, como los derivados de eventos multitudinarios. En esa línea, el Ayuntamiento ha anunciado la creación de una nueva tasa municipal para promotores de eventos con el objetivo de financiar horas extra de la Policía Local, medida similar a la aplicada en otras grandes ciudades como Madrid.

El Gobierno defiende sus cifras y pide “no crear alarma”

La respuesta del Ministerio del Interior no se ha hecho esperar. Fuentes oficiales han replicado que Sevilla cuenta actualmente con la mayor plantilla de Policía Nacional de su historia, con 2.330 efectivos en 2024, tras un aumento de más de 160 agentes desde 2018. En conjunto, las plantillas de Policía Nacional y Guardia Civil en la capital han crecido en más de 430 efectivos en ese mismo periodo, un 12,6% más que durante los gobiernos del PP entre 2011 y 2018.

Además, Interior ha subrayado que la tasa de criminalidad ha descendido, situándose en 74,3 infracciones penales por cada 1.000 habitantes en 2024, con una caída adicional durante el primer trimestre de 2025. Desde el Ministerio se ha pedido “responsabilidad institucional” al alcalde, advirtiendo contra la “difusión de falsedades que no se sustentan en datos objetivos”.

Más allá del cruce político, la realidad urbana de Sevilla impone una presión creciente sobre sus fuerzas de seguridad. La capital andaluza se ha convertido en sede habitual de festivales, conciertos, partidos de fútbol de primer nivel y celebraciones religiosas, lo que exige una capacidad de respuesta mucho mayor y mejor coordinada.

Sindicatos como CSIF han pedido el cese del actual jefe de la Policía Local, Antonio Luis Moreno, al que acusan de una “deficiente planificación” ante el colapso del pasado sábado. Los expertos coinciden en que los dispositivos de seguridad deben planificarse con anticipación y dimensionarse en función del riesgo real, algo que, a juicio de muchos, no ocurrió el 17 de mayo.

Una oportunidad para redefinir prioridades en Sevilla

El ‘supersábado’ sevillano no solo ha expuesto las carencias del modelo actual de seguridad urbana, sino que también ha puesto sobre la mesa la necesidad de establecer mecanismos estructurales y sostenibles para hacer frente a una ciudad cada vez más dinámica y exigente. La tasa municipal para eventos podría ser un paso, pero muchos reclaman una revisión integral del modelo de seguridad ciudadana.

Mientras tanto, Sevilla aguarda que el diálogo entre administraciones se traduzca en mejoras reales para una ciudadanía que, más allá de cifras oficiales, exige presencia policial efectiva, especialmente en los momentos en que más se necesita.