La polémica ha surgido en torno a un estudio en el que situaba a al ciudad de Sevilla como una de las más sucias de España, entre las cuatro primeras que tienen esa triste realidad. Pese a la polémica y las quejas, las protestas, lo cierto es que Sevilla, en materia de limpieza deja que desear.
Sevilla es una ciudad referente en el turismo nacional y que se codea con otras grandes ciudades como bien pudieran ser Berlín, París, Lisboa o Londres. Todas ellas tienen un denominador común cuando se visitan: pulcritud y limpieza.
Ciudad sucia
No se ve ni un sólo papel en el suelo y se reprocha al visitante que arroje o deje basura, para eso están las papeleras y otros contenedores de residuos.
Obviamente en Sevilla también están presentes pero, ¿por qué en la capital hispalense no se usa tanto? Es un problema de concienciación ciudadana.
La persona que se bebe una lata de refresco y que no busca una papelera sino que la arroja a un jardín o al suelo. Quién quita un pañal a un niño y no deja en el suelo, quién tira el papel o la cotilla también al suelo y, al final, el suelo es sinónimo de basura.
Hay un eficiente servicio de limpieza en la ciudad como es Lipasam, que hace un trabajo exquisito pero que, como es natural, no puede haber un trabajador de Lipasam detrás de cada sevillano siendo esto un tema de concienciación, civismo y educación.
Concienciación y educación
A todo ello, a la falta de limpieza de una parte de la población de la ciudad, se une un factor más: el turista. Hay dos tipos de turismo en Sevilla, el que tiene una cierta edad, normalmente más de 35 años, y que tiene un gran respeto por la limpieza y el que está por debajo de ese ratio de edad que aplica aquello de «allá donde fueres haz lo que vieres» y eso conlleva que también sean ciudadados guarros, con todas las letras. Hay turistas que también tienen una falta de civismo importante.
Aunque no se puede generalizar ni en el caso del sevillano ni del visitante, el líneas generales es una actitud que tiende a desaparecer por que, socialmente, está mal visto tener ese tipo de actitudes poco respetuosas con la limpieza de la ciudad, los más descuidados son los más pequeños pero también es educación que deben recibir para no tirar papeles al suelo.
No obstante las colillas, las latas, los folletos publicitarios, todo eso tiene más cabida en el suelo que en la papelera.
Encuesta popular
En una rápida encuesta realizada, a pie de calle, por este medio, de 100 personas consultadas sobre la pregunta: «El sevillano, ¿es guarro?«, la respuesta del 64% fue un SI, el 23% un NO, y el 13% sólo un «No sabe, no contesta» o un lacónico «depende».
Las fechas que han pasado han dejado imágenes muy sucias de la ciudad, sobre todo del casco histórico y que poca correspondencia tiene con un diario.
Si queremos tener una ciudad a la altura de la circunstancias tal vez lo más indicado sería una mayor concienciación ciudadana, sobre todo de adultos, incrementar las dotaciones del servicio de limpieza e incrementar sanciones por este tipo de hechos que siendo reiterados da una visión de Sevilla que no se merece.