Por primera vez en su historia, el Real Betis Balompié se asoma al balcón de la gloria continental. Esta noche, en el Tarczynski Arena de Wroclaw, los verdiblancos disputan la final de la UEFA Conference League frente al Chelsea FC. El sueño de conquistar Europa está al alcance de la mano y la ilusión que se respira entre jugadores, cuerpo técnico y afición no puede ser más intensa.
Bajo la dirección del presidente Ángel Haro, la experiencia de Manuel Pellegrini en el banquillo y el talento renacido de Isco en el terreno de juego, el Betis ha logrado llegar a esta cita cargado de ambición. No conciben otro resultado que no sea levantar la copa y escribir con letras doradas uno de los capítulos más importantes de su historia.
Una ciudad teñida de verde y blanco del Betis
Breslavia amaneció tomada por los colores del Betis. Más de 12.000 aficionados béticos se desplazaron los 3.033 kilómetros que separan Sevilla de esta ciudad polaca para acompañar a su equipo en una noche que puede ser histórica. La pasión y la entrega de la hinchada no conocen de fronteras, y el aliento desde las gradas será un factor clave en el desarrollo del partido.
No hay más que mirar a los ojos de cualquier bético que deambula por las calles de Wroclaw para entender la magnitud del momento. La emoción es palpable, casi febril, propia de quien está a punto de alcanzar un sueño largamente anhelado.
David contra Goliat: fútbol y corazón
En el plano deportivo, el Betis se enfrenta a un rival de mayor poderío económico y mediático. El Chelsea, que acaba de asegurar su clasificación a la próxima Champions League tras un cierre brillante de Premier League, llega como favorito. Su plantilla está valorada en 922 millones de euros según Transfermarkt, frente a los 173,10 del equipo andaluz.
Sin embargo, la madurez del conjunto de Pellegrini y la calidad de sus referentes pueden ser determinantes. Isco y Antony, si alcanzan el nivel mostrado en la segunda vuelta de la temporada, pueden marcar la diferencia ante un Chelsea más explosivo pero tal vez menos asentado en el control emocional que demanda una final.
Ambos equipos comparten un curioso precedente: una derrota ante el Legia de Varsovia en esta edición del torneo. En el caso del Betis, fue durante la fase de grupos; en el del Chelsea, en la vuelta de los cuartos de final. Ninguna de esas caídas tuvo consecuencias, pero demuestra que ambos son vulnerables.
Dudas y certezas en el once del Betis
Manuel Pellegrini mantiene algunas incógnitas respecto al once titular, especialmente en los laterales y el extremo izquierdo. En la portería, todo apunta a que será Adrián quien defienda el arco, a pesar de la recuperación de Fran Vieites.
La baja por lesión de Llorente ha supuesto un golpe para la defensa bética, y será clave cómo se reorganice esa línea ante el potencial ofensivo del equipo inglés. Pero si algo caracteriza al Betis es su capacidad para sobreponerse desde el juego colectivo.
Isco, el alma de esta final
Pocos jugadores personifican mejor el renacer de este Betis que Isco. Valorado en seis millones de euros, su impacto ha sido tan profundo que incluso aficionados ingleses admiten que, para este partido, elegirían al malagueño por encima de Cole Palmer, tasado en 130 millones. Porque hoy no se juega una promesa, se juega el presente. Y ahí, Isco es indiscutible.
Cuando el árbitro bosnio Irfan Peljto dé inicio al encuentro, todas las estadísticas, tasaciones y análisis quedarán en segundo plano. Será un duelo entre historia y presente, entre pasión y potencia, entre Sevilla y Londres.
Y en medio de todo, el Real Betis Balompié. Listo para escribir una página inolvidable.
